Duración: 115 min. Género: Acción, thriller.
Intérpretes: Denzel Washington (Tobin Frost), Ryan Reynolds (Matt Weston),
Brendan Gleeson (David Barlow), Robert Patrick (Daniel Kiefer), Sam Shepard
(Harlan), Liam Cunningham (Alec), Vera Farmiga (Catherine), Rubén Blades
(Carlos Villar). Guion: David Guggenheim. Producción: Scott Stuber. Música:
Ramin Djawadi. Fotografía: Oliver Wood. Montaje: Richard Pearson. Diseño de producción:
Brigitte Broch. Vestuario: Susan Matheson.
Sinopsis: Un peligroso
renegado de la CIA (Washington) entra en acción diez años después. Cuando unos
mercenarios atacan el piso franco que ocupa, un agente novato (Ryan Reynolds)
escapa con él. Ambos intentan sobrevivir para averiguar quién quiere acabar con
ellos.
Comentario: Matt Weston (Reynolds)
es un joven agente de la CIA, cuyo trabajo es estar a cargo de una “casa segura”.
Es un lugar preparado para contener allí a criminales o personajes “especiales”
a los que hay que ocultar un tiempo, mantener seguros, o interrogar. Weston
está cansado y fastidiado de su trabajo, donde no hace más que estar solo en
esa casa donde no pasa nada. Hasta que pasa. Uno de los hombres más buscados y
más peligrosos (ex agente de la agencia), es arrestado y llevado a su casa
segura para interrogarlo. Todo se complicará cuando el lugar sea asaltado
buscando al invitado, de quien Weston es responsable y debe mantenerlo con
vida.
Con esta trama, la
película es una variación de las historias tipo “El tren de las 3:10 a Yuma” (2007,
de James Mangold). Hay un protagonista bueno que debe
llevar, a determinado lugar, a otro que es el más malo de todos (pero que en realidad
tiene –siguiendo cierto razonamiento – razones para ser malo y así genera
simpatía); y hay malos, muy malos, que los persiguen. Y la verdad, la idea
sigue funcionando. No deja de ser interesante. La película está muy bien
filmada y logra buen ritmo de principio a fin, con mucha acción y escenas muy
realistas, otro hecho a destacar. En cuanto a la dirección y a la fotografía,
el film recuerda mucho a las películas de Tony Scott (“Hombre en llamas”) y Michael
Mann (“Fuego contra fuego”), con las tomas principales en colores azulados y
grises, con fondos esfumados, resaltados en ocasiones por algunas
luces brillantes. Washington y Reynolds están correctos en sus papeles, así
como los actores secundarios. Reynolds, especialmente, debía algo bueno después
de haber arruinado las chances de Linterna verde en el cine. En general, es una
muy buena película de acción; si bien no es muy original, cumple con su
propósito de entretener.
Opinión: MUY BUENA
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