Ficha: Dirección y guion:
Damián Szifron. Países: Argentina y España. Año: 2014. Duración: 122 min.
Género: Comedia negra. Interpretación: Ricardo Darín (Simón), Oscar Martínez
(Mauricio), Darío Grandinetti (Salgado), Rita Cortese (cocinera), Julieta Zylberberg
(moza), Erica Rivas (Romina), Leonardo Sbaraglia (Diego). Producción: Hugo
Sigman, Pedro Almodóvar, Agustín Almodóvar, Matias Mosteirin y Esther García.
Música: Gustavo Santaolalla. Fotografía: Javier Juliá. Montaje: Damián Szifron
y Pablo Barbieri. Diseño de producción: Clara Notari. Vestuario: Ruth
Fischerman.
Sinopsis: La desigualdad,
la injusticia y las demandas del mundo en el que vivimos le causan estrés y
depresión a mucha gente. Pero algunas de ellas explotan. Esta es una película
sobre esas personas. Vulnerables de cara a una realidad que de pronto se vuelve
impredecible, los personajes de Relatos salvajes cruzan la línea que divide la
civilización de la barbarie. La traición de un amante, la vuelta a un pasado
reprimido y la violencia subyacente en los encuentros cotidianos llevan a los
personajes a la locura mientras ceden al innegable placer de perder el control.
Comentario: Muy buen regreso de Szifron. Esperaba mucho verla y afortunadamente no defraudó. El
film está compuesto por seis historias relacionadas tan solo por su tema de
fondo: personas reales frente a situaciones de saturación y el desborde total.
Se hicieron películas con este tema en el pasado, el del hombre desbordado por la
violencia, frustración y hastío del mundo actual. Quizás el mayor antecedente
es “Un día de furia” (1993, de Joel Schumacher), en la que se veía a William
'D-Fens' Foster (Michael Douglas), un hombre totalmente sobrepasado por su
situación laboral y afectiva, dejar su auto en medio de una congestión en la
autopista en Los Ángeles y emprender un raid violento frente a diversas
situaciones del día a día del ciudadano corriente. Aquella película de Schumacher tiene cosas interesantes y se le pueden hacer algunas críticas, entre las que pueden indicarse algunos aspectos xenófobos, pero vale la pena verla.
La película de Szifron nos
muestra esto, personas explotando totalmente saturadas frente a situaciones de
viejas heridas que no cierran, diferencias sociales y prejuicios, traiciones, burocracias
enloquecedoras y burlas del sistema al ciudadano. El mundo moderno en las
grandes ciudades es así. Y no es casualidad que Argentina produzca este tipo de
film. Desde hace más de 20 años los argentinos vienen soportando gobernantes
corruptos, soberbios e incompetentes, que los hacen vivir en un estado de
malestar, nerviosismo y frustración casi cotidiano. Inseguridad física,
inseguridad económica total, falta de buenos ejemplos en el gobierno y una
lucha ideológica atroz entre la propaganda gubernamental y los intereses de
algunos grandes medios de comunicación, todo hace que, ante una situación de
acorralamiento, algunas personas puedan explotar. La película expresa un hastío
muy real.
La película está
muy bien filmada, muy bien dirigida, y la dirección de actores es excelente
(acaso con una excepción que después mencionaré). Cabe destacar además, la
música de Gustavo Santaolalla: es perfecta desde los títulos y acompañando cada
escena.
-DESDE ACÁ, SIN SPOILERS, SE DICEN
DOS PALABRAS DE CADA RELATO.
El primer
relato, “Pasternak”, sirve de apertura antes de los títulos, y es el más naif y
de temática conocida, pero resulta entretenido. “Las ratas”, el segundo, nos lleva
a un parador en una ruta y una situación extrema de injusticia y venganza. Y Rita Cortese tiene una presencia imponente en cámara, desbordando realismo. "El más fuerte" es una historia muy bien lograda tipo road movie,
similar a la de “El diablo sobre ruedas” (o “Duel”, 1971, de Spielberg). Personalmente
la que más me gustó es la de “Bombita”, donde vemos a un experto en
demoliciones, un tipo común y buena persona, llevado al paroxismo por la vida
diaria en la ciudad, con su burocracia y el maltrato cotidiano hacia el
ciudadano. En “La propuesta”, el hijo de un millonario se ve en problemas y su
padre debe tomar decisiones. Acá hay que distinguir la actuación de Oscar
Martínez, brillante.
La última historia es "Hasta que la muerte nos
separe", donde se origina una situación límite en medio de una boda. Este
relato da un buen cierre y una especie de mensaje final, aunque quizás es
demasiado largo. Y acaso Erica Rivas, una excelente actriz, bordee un poco la
parodia en su papel de la novia, pero tal vez sea por lo largo del relato y lo
difícil de conjugar una situación límite con toques de humor negro. Los relatos
están todos desconectados, termina uno, se cambia de escena y empieza el otro.
Tal vez un director norteamericano hubiera unido las historias de alguna
manera, o uno europeo hubiera puesto separadores con leyendas y alguna música.
Acá no, se va descarnadamente de una a otra.
En definitiva, el
resultado final es una obra interesante y muy entretenida sobre un estado del hombre actual, que cuenta con una
música que acompaña a la perfección y muy buenas actuaciones en general. Película
muy recomendable.
Opinión: MUY
BUENA
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