domingo, 30 de octubre de 2016

Julia (1977)




Lilian Hellman (1905-1984) fué una de las dramaturgas más exitosas de los años treinta en los Estados Unidos. Sus dramas "The Children´s hour" (1934) y "The little foxes" (1939) han dejado huella en la historia del teatro norteamericano, y las grandes productoras de Hollywood, acudiendo al calibre de estrellas como Bette Davies o Audrey Hepburn, las adaptaron a la pantalla grande creando clásicos que cada tanto podemos ver durante alguna noche de desvelo en canales especializados.

Si Hellman no es un ícono de esa época como puede serlo la tríada Eugene O´Neill-Arthur Miller-Tennesse Williams, quizá se deba a que no desarrolló su obra bajo los cánones del simbolismo, del escapismo o del realismo que plantearon sus contemporáneos, quienes marcaron una bisagra en la forma de escribir teatro que sigue teniendo efectos hoy día. O quizá es porque se trata de una figura controvertida, no habiendo renunciado nunca, ni durante la caza de brujas del macartismo, a su defensa a la filosofía y principios comunistas. O tal vez se deba a cierta concepción misógina de algunos intelectuales que nos dicen lo que es y no debe ser el teatro.

Personalmente, creo que lo que aleja a Lilian Hellman de ese nivel de trascendencia cultural es su visión comercial del teatro. Si bien sus obras tienen gran contenido social (temas como las libertades civiles, el racismo, la voracidad del capitalismo y la amenaza latente del fascismo están siempre presentes en sus dramas), las tramas tienen giros efectistas y un diseño que apuntan al gran público. Hellman no creía en el valor de obras de gran sofisticación intelectual o simbólica a la que tuviera acceso un grupo reducido de gente con cierto nivel cultural, sino que consideraba que el mensaje social planteado debía llegar a la mayor cantidad de público posible. Es por eso que siempre apuntaba a Broadway (eso y, claro está, al dinero de las regalías que la meca del teatro implicaba) y las tramas eran elaboradas y planeadas con varios golpes de efecto y alguna que otra controversia que diera lugar a debate y publicidad.

"The Children`s hour" ("La hora de los niños") habla de la maldad sin matices, representada por una niña consentida que, tras ser castigada por haber traspuesto los amplios límites que le fueran marcados, acusa a las directoras del colegio al que acude como pupila de mantener una relación lésbica (en los años 30...). A partir de allí, un espiral descendente de prejuicios, deslealtades y las consecuencias de un sistema judicial adaptado a la realidad de la época. Patricia Neal, Audrey Hepburn y Shirley Mc Laine son algunas de las figuras que dieron vida a los personajes de esta obra en teatro y cine.

"The little foxes" ("los pequeños zorros") cuenta la historia de la inescrupulosa familia Hubbard, en un pueblo del sur de los Estados Unidos a comienzos del siglo pasado, y su ascenso a la riqueza mediante estafas a los trabajadores de los campos de algodón, a quienes vendían productos básicos al doble o triple de lo que realmente valían. La tragedia azota a los Hubbards cuando, en su intento de obtener más riquezas, comienzan a estafarse entre ellos. Tallulah Bankhead protagonizó la primera puesta que se hizo de la obra con gran suceso; Bette Davis en la versión cinematográfica. Luego siguieron "Toys in the Attic", "Watch on the Rhine", "Another part of the forest", "The Autumm garden", entre otros trabajos. A fines de los años sesenta y principios de los setenta, la figura de Hellman resurge como ícono feminista e intelectual mediante la publicación de sus tres libros de memorias: "An Unfinished woman" (1969), "Pentimento" (1973) y "Scoundrel time" (1976). Es en "Pentimento" donde cuenta la historia en la que se basa la película "Julia".

"La pintura vieja en un lienzo, a medida que envejece, a veces se vuelve transparente. Cuando eso ocurre, es posible, en algunas imágenes, ver las líneas originales: un árbol se mostrará a través de un vestido de mujer, un niño deja paso a un perro, un barco grande ya no está en mar abierto. Eso se llama pentimento porque el pintor, "arrepentido", cambió de idea. Tal vez sería bueno decir que la vieja concepción, reemplazada por una elección más adelante, es una manera de ver y luego ver de nuevo. Eso es todo lo que quiero decir sobre la gente en este libro. La pintura ha envejecido y yo quería ver lo que estaba allí para mí una vez, qué hay para mí ahora".

Con estas palabras empieza "Julia", evocando a recuerdos y emociones como si fueran un cuadro que con el tiempo se desdibuja, y sólo queda parte de lo que fue real, tal vez lo más importante, o quizá algo que nosotros mismos creamos para aferrarnos, como un ancla emotiva.

La historia narra un episodio en la vida de Hellman, el que puede haber ocurrido o no, situado en la época de sus comienzos como dramaturga -y en el proceso de creación de "The Children´s hour" bajo el padrinazgo de su pareja y por entonces ya reconocido escritor Dashiell Hammet- enmarcado en un contexto político en el que el fascismo se estaba apoderando de gran parte de Europa y Hitler afianzaba un régimen en Alemania que iba a dar lugar al holocausto.

En medio de la tensión que implica escribir su primera obra y exponerla a la aprobación de Hammet, Hellman recibe noticias de una entrañable amiga con la que compartió los veranos de su niñez y adolescencia.  La vida llevaría a una joven Julia a Europa, entusiasmada con los nuevos movimientos filosóficos y sociopolíticos y con la esperanza de estudiar con el prominente Sigmund Freud. Lillian permanecería en los Estados Unidos, entrando poco a poco en círculos literarios e intelectuales; pero Julia siempre estuvo presente, símbolo de una fortaleza e integridad que la formó como la mujer que es y que proyecta ser. Tras años sin verla, Lilian decide viajar a Europa para reencontrarse con su amiga y, tal vez, con ella misma.

Fiel a sus convicciones, el horror lleva a Julia a formar parte de una resistencia contra el nazismo, y a crear un círculo clandestino que busca liberar prisioneros del régimen por causas políticas o religiosas mediante sobornos. Para ello necesita dinero, y alguien que pueda cruzar la frontera alemana para proporcionárselo. Lillian se presenta como la mejor opción.

Fred Zinneman ("De aquí a la eternidad", "El día del chacal") dirige una película repleta de saltos temporales, y nos permite descubrir quiénes son los personajes, el sentido de sus actos y, lo más importante, la naturaleza de una amistad que trascendió la tragedia de la guerra y el totalitarismo.

Otro aspecto en el que Zinneman hace mucho hincapié al narrar esta historia es la sensación de estar fuera del elemento propio, el no saber del todo qué es lo que está sucediendo. Lillian sigue las instrucciones de su amiga, confía en aquellos que ella indica y se adentra en un mundo que no conoce, ignorancia que colabora a que realice actos de gran riesgo para su seguridad personal. Acierto del director al crear un clima de tensión constante, necesario para contar esta parte de la historia.

Con seguridad habrá sido un desafío para Jane Fonda interpretar a Hellman en cine. Más allá de la falta de parecido físico, el personaje en cuestión en la época en que se realizó la película estaba muy presente en el imaginario social, como escritora y activista social. Fonda salió airosa en su composición, y fue astuta al no realizar una imitación que pudo haber derivado en maqueta. Optó en cambio por la naturalidad, sin perder en ningún momento la conexión emocional con las situaciones que cada escena demandaban. Ya había demostrado su talento histriónico en películas como "Klute" (1971) de Alan Paluka, donde se puso en la piel de una prostituta implicada en el asesinato de un hombre de negocios -papel que le valió un Oscar- y en "Tout va bien" (1972) de Jean Luc Godard, pero este papel le significó iniciar una amistad con Hellman,  con quien compartía una afinidad por las causas sociales, y su tendencia a defender sus posturas políticas desde lugares incómodos (allá por 1972  Fonda visitó Hanoi y se pronunció en contra del belicismo de su país fotografiándose rodeada de armamentos vietnamitas, ganándose por décadas el apodo de "Hanoi-Jane").

Sin perjuicio de la carga dramática que propone el argumento central de la historia, las escenas en las que la actriz logra captar con mayor intensidad el espíritu del personaje son aquellas que recrean su relación con Dasshiel Hammet, interpretado por un sólido Jason Robards en un papel que le valdría su segundo Oscar de la Academia (el primero lo ganó el año anterior por "Todos los hombres del presidente").  Ambos escritores vivieron en pareja, con idas y vueltas, casi treinta años, y Hellman quedó como administradora de los bienes de Hammet al fallecer éste, haciendo una férrea defensa de los derechos de autor correspondientes a famosas historias policiales como "El Halcón Maltés". Así, Fonda y Robarts aprovechan al máximo sus momentos en pantalla y se presionan con el mismo ahínco con el que se contienen y buscan cuando necesitan refugio en el abrazo del otro. Se transmite la dinámica de una pareja en la que predomina la contención y hasta condescendencia de un Hammet mayor y ya consagrado ante la enérgica joven que busca ocupar un lugar en el mundo literario.

De larga trayectoria en el cine y teatro, e integrante de una dinastía de actores, Vanessa Redgrave se pone en la piel de Julia. Ella es fuerza, idealismo, coraje y bondad; eso es lo que representa para Lillian. Redgrave capta la esencia de su personaje y llena la pantalla con una expresión apasible, mirada profunda y cálida sonrisa. La serenidad está presente en su actuación tanto como una joven idealista llena de vida como años después una mujer que convive con el horror y el constante ultraje, pero sostenida siempre por sus férreas convicciones y el bien mayor que suponen sus sacrificios. Esa maestría escénica le valió el Oscar a la mejor actriz de reparto.

El elenco lo completan un siempre llamativo Maximilian Schell como el ¨contacto en Francia¨ de Lillian y guía en la arriesgada misión, y -como perlita de la película- Meryl Streep en su debut cinematográfico, interpretando a una frívola joven que siembra prejuicios y vanas habladurías sobre la amistad de las protagonistas.

Julia pudo existir en la realidad o no (Muriel Gardiner, una acaudalada norteamericana que estudió medicina en Vienna antes de la segunda guerra mundial y se unió a la resistencia antifascista antes de su regreso a los Estados Unidos en 1993, sugirió que la historia estaba basada en su vida), pero lo que es innegable es que nos deja un hiriente retrato de valentía y coraje en tiempos de sangre, de la amistad como reflejo de lo que somos y podemos llegar a ser, y de la fidelidad a nuestros principios.


Julia es uno de esos filmes que por su estilo, trama y temática esta siempre vigente, y cada tanto hay que volver a ver.



lunes, 15 de agosto de 2016

Para suicidarte si vas a ver el Escuadrón





Este comentario lo escribe alguien que allá por fines de los 80 y principios de los 90 coleccionaba el mítico comic "El Escuadrón Suicida" escrito por John Ostrander y Luke Mc Donnel. Ese comic marcó un antes y un después en la forma en que las historias del universo de la DC (aquel por el que Superman vuela, Batman salta por las terrazas de góticos edificios y la Mujer Maravilla ata a los malos con su lazo mágico que los compele a decir la verdad), mostrando un lado más oscuro, violento y atrevido a la hora de salvar al mundo (occidental, mayormente) tal como lo conocemos.
La base de la historia era interesante: una oficina super-secreta del gobierno estadounidense decide "reclutar" a los peores supervillanos para misiones para las que ningún héroe (súper o no) se prestaría, y en las que probablemente pierdan sus vidas de mala manera. El trato: al que acepte realizar esa misión "suicida", y sobreviva la misma, se le descontarán años de la larga condena que recae sobre su cabeza o bien mejoras notables en sus condiciones de detención. Allá por los 80´s la forma de controlar que no se fugaran en medio de la misión era ponerles un brazalete que estallaría si el "GPS" indicaba que estaban fuera del radio mínimo de control (en el nro. 1 de la historieta vuela el brazo de un villano de poca monta para mostrar que va en serio). Hoy día la teconología, que avanza a pasos imposibles de seguir, permite que a los psicópatas y sociópatas que integran el escuadrón se les inyecte un chip que hará explotar sus cabezas apretando un simple botón en caso de indisciplina.
Muchos de los supervillanos que están en nuestro inconsciente colectivo pasaron por el escuadrón; algunos sobrevivieron y otros dejaron sus vidas en las sanguinarias misiones que se contaron en unos 150 números de la historieta (que, con muchas interrupciones, aún se edita en USA). Todos ellos al mando de una inescrupulosa y fría agente del gobierno, Amanda Waller, para quien es leitmotiv la norma que reza "el fin justifica los medios".
 La idea es muy atractiva hoy día, teniendo en cuenta el éxito que hace una década tienen las películas de superhéroes y los avances tecnológicos con los que hoy cuenta la industria. Y todos los fanáticos del comic, tras la proyección de un atrapante y vertiginoso trailer en el comic-con (feria mundial de comics que se hace en San Diego todos los años) hace un año atrás (si, un año!! -véase "el negocio de la expectativa" escrito por Sebax hace unos meses), esperábamos con ansias la peli, que parecía que iba a ser buena.
Tras el desastre de "Batman vs. Superman" empezaba a sospechar que "El Escuadrón" quizá no fuera tan buena. Empezaron a circular noticias de "reshoots" (nuevas tomas) filmadas sobre la base de lo ya producido, las que intentaban dar un tono no tan oscuro a la película. Para una mayor distribución y para ampliar el target de gente a la que iba dirigida, se la calificó como "apta para mayores de 13 años" en lugar de limitarla sólo para adultos. O sea, ya había señales que indicaban que "no sería tan buena".
Ahora, nunca esperé esto.
La película se estrenó en yanquilandia y recibió pésimas críticas. El elenco sacó un comunicado diciendo que los críticos estaban mal predispuestos y habían decidido odiarla antes de ir a verla. Los fans de los comics levantaron un petitorio para que se cierre un portal donde se hace un resumen de todas las críticas que reciben las distintas películas semana a semana ("rotten tomatoes") alegando que existiría de parte de los críticos una campaña de boicot contra las películas basadas en personajes de la DC Comics. Jared Leto, furioso, salió a criticar a la Warner por el modo en que la productora editó sus escenas y eliminó otras en la etapa de posproducción (el nuevo Guasón justificaba un poco lo que se venía).
Fuera de toda mala predisposición -quien mas que un coleccionista querría que hubiera sido buena, y que hubieran muchas secuelas-, la película es sorprendentemente mala. La palabra es sorpresa. No se entiende como, con un presupuesto de 175 millones de dólares, a la hora de distribuir los fondos no se preocuparon con tener un guión de una mínima calidad. Lleno de lugares comunes, chistes tontos, situaciones sin sentido -casi ingenuas- pareciera que estuvieran subestimando al espectador.
Las actuaciones no son malas (de hecho Will Smith, si bien no se tomó la molestia de investigar un poco cuál era su personaje, no esta mal) y se destaca mucho Margot Robbie a la hora de componer a la secuaz del Guasón, Harley Quinn. Pero la trama es pobre, atolondrada, confusa por la cantidad de personajes que quieren introducir sin la base de un mínimo argumento sólido.
Se nota que los actores firmaron el contrato ante la ilusión de entrar en una franquicia millonaria -que les daría trabajo por años desfilando en secuelas a granel-  sin que hubiera siquiera un bosquejo de guión.  Y cuando llegó, cuando lo leyeron, hicieron lo que pudieron y se encomendaron a la magia de los efectos especiales y la edición.
Sin respiro la historia comienza presentando a los protagonistas con interminables flashbacks de cada uno no muy bien desarrollados. En uno de ellos aparece Jared Leto componiendo a su Guasón -o Joker, según gusto y afición-, y no queda muy bien parado. Se ve que Leto hizo un gran esfuerzo para darle vida y un estilo propio al mítico personaje, pero lo que quizo hacer al componer al psicótico asesino en serie de pelo verde y sádica carcajada no congeniaba con el estilo liviano que la Warner quería para este producto.
En el medio de todo, peleas y tiros a granel, explosiones, aviones que se estrellan, y SPOILER SPOILER ALERT una bruja que no da miedo (baila y se contorsiona de un modo ridículo para hacer sus conjuros) como la villana entre villanos de una historia que mejor quede para el olvido.
Pero es cierto que la opinión muere en el número. A una semana y media de su estreno, "Escuadrón Suicida" lleva recaudados 450 millones de dólares en todo el mundo, cuando los productores pusieron 175 millones para hacerla. O sea, un negocio que veremos si da para secuelas. Esos muchachos que pusieron la plata se reunirán en un par de meses y dirán "hacemos la II?" y nosotros esperaremos que no nos subestimen tanto y mejoren, aunque sea un poquito, la calidad.

  

sábado, 7 de mayo de 2016

CAPITÁN AMÉRICA: CIVIL WAR




Ficha: Película: Capitán América: Civil War. Título original: Captain America: Civil War. Dirección: Anthony Russo y Joe Russo. País: USA. Año: 2016. Duración: 146 min. Género: Acción, ciencia-ficción. Reparto: Chris Evans (Steve Rogers / Capitán América), Robert Downey Jr. (Iron Man), Scarlett Johansson (Viuda Negra), Sebastian Stan (Bucky Barnes / El Soldado de Invierno), Jeremy Renner (Ojo de Halcón), Don Cheadle (James Rhodes / War Machine), Anthony Mackie (Sam Wilson / Halcón), Paul Bettany (Visión), Elizabeth Olsen (Bruja Escarlata), Daniel Brühl (Zemo), Frank Grillo (Crossbones), Tom Holland (Spider-Man), Paul Rudd (Ant-Man), Martin Freeman (Everett Ross), Chadwick Boseman (Black Panther). Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Sinopsis: “Capitán América: Civil War” empieza donde lo dejó “Vengadores: La Era de Ultrón" ya que Steve Rogers lidera el nuevo equipo de Los Vengadores en su incesante tarea de proteger a la Humanidad. Después de que otro incidente internacional en el que se ven envueltos Los Vengadores produzca daños colaterales, la presión política obliga a poner en marcha un sistema para depurar responsabilidades y un organismo rector que determine cuándo hay que recurrir a los servicios del equipo. El nuevo status quo divide a Los Vengadores mientras intentan proteger al mundo de un nuevo malvado (labutaca.net, wikipedia).





Comentario: Después de la pobre “Era de Ultrón”, de Joss Whedon, los directores Anthony y Joe Russo realizan, afortunadamente para los seguidores del género, un film tan bueno como “Los Vengadores”. La película es entretenida, está muy bien hecha, bien actuada y tiene una buena trama. Y mientras que los productores de DC sólo jugaron a “darle al público lo que quiere ver” y realizaron una obra insulsa en la decepcionante “Batman vs Súperman” (incluyendo una insufrible versión de Lex Luthor a manos de Jesse Eisenberg), en “Civil war” la gente de Marvel va más allá de lindos trajes y muy buenos efectos visuales, y nos ofrece una historia interesante, con personajes que resultan creíbles en sus roles. En realidad, el tema del film es similar al de “Batman vs Súperman” (la responsabilidad de los héroes ante los daños colaterales que causan en sus luchas por salvar el mundo), pero acá está mejor tratado. Se trata de la adaptación a la pantalla grande del cómic en forma de crossover de 2006 “Civil War” (en español Guerra Civil), escrita por el guionista Mark Millar y dibujada por Steve McNiven en siete álbumes. El argumento principal del cómic comienza con una explosión en la cual fallecen más de 600 personas en Stamford, Connecticut, provocada por el personaje Nitro, cuando mantenía una pelea con la superheroína Namorita a las afueras de una escuela, mientras un camarógrafo filma la batalla. A partir de este hecho, el Gobierno de los Estados Unidos dicta la "ley de Registro de Superhumanos" en la que se obliga a que todos aquellos con superpoderes revelen su identidad secreta y trabajen para las autoridades. Es así que los superhéroes se dividen en dos bandos principales. La postura favorable al registro será encabezada por Iron Man, con el respaldo del Gobierno y la organización S.H.I.E.L.D., mientras que surgirá un movimiento de resistencia clandestino liderado por el Capitán América. En el film de los hermanos Russo, los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely sintetizan y simplifican un poco la versión del cómic y la adaptan exitosamente, creando una historia sólida y entretenida para poder disfrutarse en dos horas.


El cómic de Millar y McNiven

En realidad lo que se genera es la base para próximos films en una etapa mayor en la saga, donde los héroes van a cambiar de contexto y pasarán a pelear ya no solo en la Tierra, sino que los veremos en distintos planetas luchando contra un villano mucho más poderoso: Thanos. Este es uno de los enemigos más importantes del mundo Marvel, y la verdad es que después del patético Ultrón, la saga necesita alguien así de fuerte para llamar la atención (algo similar pasa en el mundo de los X-men, donde en el próximo film se enfrentarán a un villano cósmico del mismo calibre, Apocalipsis). En esta preparación para ese nuevo escenario aparecen nuevos héroes en la saga: El Hombre-araña (Tom Holland), Pantera Negra (Chadwick Boseman) y Hombre-hormiga (Paul Rudd). Estos personajes forman parte de un complejo plan donde Marvel planea muchas películas de acá a 2020. Más allá de las dos partes de Infinity Wars (que contarán la lucha contra Thanos), entre las próximas a realizar figuran El Hombre-araña: homecoming, Pantera negra y El Hombre-hormiga y la avispa.
El nuevo Hombre-araña está más o menos… tuvo muchísima publicidad, pero la verdad es que no es gran cosa. Después de dos versiones en el cine, incluyendo una última película desastrosa que incluyó acaso uno de los villanos más estúpidos de la pantalla grande (una versión para infradotados de Electro que compite en vergüenza con la versión para infradotados de Ultrón), los estudios vuelven a hacer negocio con el personaje a través del rebusque de la “reboot” que introducen en “Civil war”. Ahora se trata de un Peter Parker adolescente y verborrágico, y con una tía May que parece salida de un concurso de strip-tease (una increíble Marisa Tomei). La verdad es que si bien no está mal esta versión del hombre arácnido, el que hayan probado con tres versiones en tan poco tiempo hace que el personaje haya perdido algo de magia. 




Pantera negra y todo su contexto están bastante bien. Pero la verdad es que el Hombre-araña y Hombre-hormiga llevan la mayoría de la parte cómica del film, logrando muy buenos momentos, y acaso las escenas de Paul Rudd son las más divertidas de la película. Gracias a esos momentos humorísticos, a las escenas de acción, al ritmo, la trama y los increíbles efectos visuales, “Capitán América: Civil war” es una muy recomendable opción para los amantes del cine de aventuras.

OPINIÓN: MUY BUENA







domingo, 1 de mayo de 2016

Al final del Tunel.



Quiero de modo breve recomendar la película "Al final del túnel". No soy adepto al cine nacional ni soy de la idea de que hay que ir a ver cualquier producto a fin de apoyar nuestra industria cinematográfica, pero esta película vale la pena recomendarla. "Al final del túnel" es un thriller impecable. No pretende ser más que eso, pero nada menos. Idea, guión, actuaciones, dirección, técnica, todo se fusiona de modo correcto. Cuando terminé de verla pensé "al fin!".

Desde lo actoral, si bien es indudable que se destaca Leonardo Sbaraglia (que interpreta a un hombre confinado a una silla de ruedas que descubre que una banda de boqueteros planea robar el banco ubicado al lado de su casa) todos están muy bien, todos se destacan. Pablo Echarri encentra un rol que le calza justo en su registro actoral, lo mismo que Federico Luppi componiendo al policía oscuro y siniestro. Mención aparte merece Clara Lago, la heroína del filme, quien hace una composición muy sensual pero sin caer en los excesos a los que nos tienen acostumbrados nuestras habituales actrices vernáculas. Pero quizá quien se merezca la mayor consideración es el director, Rodrigo Grande, quien logra que el filme no decaiga en ningún momento.
No hay mucho mas para decir que no sea "al fin!". Así vale la pena apoyar al cine nacional.

Para quien quiera leer la sinopsis:
Joaquín es un hombre que está en silla de ruedas. Su casa, que conoció tiempos mejores, ahora es lúgubre y oscura. Berta, bailarina de striptease y su hija Betty llaman un día a su puerta respondiendo a un anuncio que puso Joaquín para alquilar una habitación. Su presencia alegra la casa y anima la vida de Joaquín. Una noche trabajando en su sótano Joaquín escucha un ruido casi imperceptible. Se da cuenta entonces que un grupo de ladrones está construyendo un túnel que pasa bajo su casa para robar un banco cercano. Joaquín decide ejecutar un plan contrarreloj con el fin de intentar frustrar los propósitos de la banda. (FILMAFFINITY)



martes, 22 de marzo de 2016

EL NEGOCIO DE LA EXPECTATIVA

El estreno de la próxima “Batman Vs Súperman” hace pensar un par de cosas sobre el Holywood de hoy. Sobre todo, hace pensar en los films que salen de las productoras avocadas a los géneros de superhéroes y ciencia ficción, y como desde hace unos años nació un negocio monumental basado en la venta de los films a través de la expectativa que puede generarse, más que en el producto final.




Hoy día, este negocio empieza con un grupo de productores ejecutivos que definen una idea sobre un film. Apenas se establece la productora que la realizará (o las productoras), ya comienzan a circular en revistas, tv, diarios, sitios especializados y blogs, los rumores sobre la película. Después, versiones y versiones; y rumores sobre posibles castings y entrevistas al director y a cualquier persona vinculada al film, que salen en todos los medios. Y ya a la semana de rodaje, hay un “teaser trailer” (o sea, cuatro segundos del film en los que no se ve un cuerno, pero la música, la gráfica y algunas imágenes son tales que parece que vimos mucho). Luego, siguen los rumores y aparecen las “fotos del set”… que pueden ser de cualquier cosa, desde medio decorado de una locación que estará un segundo en la película, o una zapatilla tirada de un actor. Después, aparecerán las versiones de los fans, recreaciones hechas en los garajes de los fanáticos mostrando como podría ser el film. Más tarde, llegan dos o tres comic-con donde se hacen entrevistas al director y algunos actores. Y además, cada dos meses, un nuevo trailer del film. Pueden llegar a hacer 44 trailers diferentes de un film. Y todo esto, se repite sucesivamente a lo largo de tres o cuatro años desde que sale el primer rumor.

Para cuando se estrena la película, la expectativa es tan grande que ya está asegurado el éxito de taquilla, ya que en el primer fin de semana se recupera la inversión y se ganan millones y millones de dólares gracias a los fanáticos totalmente cebados de tanta promoción. Y así, aunque algunas de estas películas han sido buenas (“Los vengadores”, por ejemplo), muchas otras han sido una verdadera basura (“Los vengadores: La era de Ultrón”, “El Hombre-Araña 3”, “El sorprendente Hombre-Araña 2: la venganza de Electro”, “Linterna verde”, “El Hombre de Hierro 3”, “Terminator: Génesis”, ”Los 4 fantásticos”, “Skyfall”, “Catwoman”, “Súperman Regresa”, “El avispón verde”, “The Spirit”, “Thor 2”, “Los 4 fantásticos y Silver Surfer”, y muchas más…). También pasó algo parecido con “Star Wars: el despertar de la fuerza”, donde si bien la película es buena, en muchos de los comentarios se la sobrevalora. El increíble aparato de propaganda montado desde unos tres años antes de que una película se estrene, casi asegura las ganancias entre las dos primeras semanas de estreno en USA y el mercado en oriente. Aunque lo que se estrene sea una porquería. Y estos productores van cambiando de apuesta, una vez que vendieron cara la basura no repiten: “El Hombre-Araña 3”, por ejemplo, fue un éxito de taquilla, pero hasta ahí duró ese director y ese elenco (la saga se relanzaría al poco tiempo con un nuevo grupo). La película era mala y el éxito fue por envión de las pasadas, el interés que genera el personaje y la propaganda montada. Lo mismo pasó con “Los vengadores: La era de Ultrón”. Éxito monumental de taquilla, pero la película no es buena, y hasta ahí llegó el director Joss Whedon. Batman Vs Súperman comenzó su pre-producción en 2013, y este Jueves 24 se estrena en Argentina. Va a ser, seguramente, un éxito en el país y muy probablemente en todo el mundo. Pero esperemos que no sea otro Súper-sapo vendido a través del negocio de la expectativa.





domingo, 31 de enero de 2016

THE HATEFUL EIGHT




Ficha: Título original: The hateful eight. Dirección y guion: Quentin Tarantino. País: USA. Año: 2015. Duración: 167 min. Género: Western. Reparto: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh, Walton Goggins, Demian Bichir, Tim Roth, Michael Madsen, Bruce Dern, Channing Tatum. Música: Ennio Morricone.

Sinopsis: Años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza a toda velocidad por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock, donde Ruth, conocido en estos lares como “El verdugo”, entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado negro de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como una ventisca está a punto de alcanzarlos, Ruth, Domergue, Warren y Mannix se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local de Minnie, en lugar de recibirlos su dueña, se topan con cuatro rostros desconocidos. Bob (Demian Bichir), que se ocupa del negocio de Minnie mientras ella visita a su madre, se encuentra allí refugiado junto con Oswaldo Mobray (Tim Roth), verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras la tormenta cae sobre la parada de montaña, nuestros ocho viajeros descubren que tal vez no lleguen hasta Red Rock después de todo. (fuente: labutaca.net)




Comentario:  En general me gustaron las películas de Tarantino. Perros de la calle, Pulp fiction, Kill Bill, A prueba de muerte, Bastardos sin gloria, me encantaron. Me gusta como filma, sus diálogos, su construcción de personajes, las escenas de acción, las historias… ahora, acá algo pasó. Se hace demasiado larga y pesada. Ojo, está muy bien dirigida, las actuaciones son buenas, la fotografía y los rubros técnicos son todos excelentes. Y encima, con música del maestro Ennio Morricone. Parecería que estaban dados los condimentos perfectos para un gran spaguetti western a lo Tarantino… y acaso eso es lo que fue… Pasa que a pesar de las maravillosas críticas de los fanáticos del director (que tratan a este llamado “slow burn western” como una obra maestra), la historia no es tan fuerte como para soportar casi dos horas y media de cowboys hablando hasta que se desata un evento sangriento. Porque pasa eso, hasta los últimos 20 minutos no se dispara un tiro, es solo el elenco contándose historias entre ellos para engrandecer a cada personaje. Hubiera resultado mejor si la trama subyacente fuera más interesante, o si el final hubiera sido más impactante. Acá es solo un final sangriento que no sorprende como para justificar todo lo anterior. En definitiva, no se puede decir que es mala, por como está realizada y porque tiene cosas de Tarantino que son interesantes (algo de las charlas, la música de Morricone…) pero en muchos tramos llega a aburrir.


Opinión: REGULAR



sábado, 30 de enero de 2016

THE REVENANT







Ficha: Título original: The revenant. Dirección: Alejandro González Iñárritu. País: USA. Año: 2015. Duración: 156 min. Género: Drama. Interpretación: Leonardo DiCaprio (Hugh Glass), Tom Hardy, Will Poulter, Domhnall Gleeson, Lukas Haas, Paul Anderson. Guion: Alejandro González Iñárritu y Mark L. Smith; basado en la novela de Michael Punke. Música: Ryuichi Sakamoto y Alva Noto.




Sinopsis: Oeste de Estados Unidos, 1820. Durante una expedición por la naturaleza virgen, el explorador Hugh Glass es atacado de manera brutal por un oso, y después es abandonado por los miembros de su propio equipo de caza. Solo y moribundo, Glass se rehúsa a sucumbir. Impulsado por pura voluntad y el amor a su esposa e hijo, emprende una odisea de 320 kilómetros a través del vasto e indómito oeste en busca del hombre que lo traicionó: John Fitzgerald.





Comentario: Muy buen film de Iñárritu, basado libremente en el libro The Revenant: A Novel of Revenge, de Michael Punke, que narra la historia real de Hugh Glass, un experto explorador que en 1823 y 1824 trabajó en expediciones dedicadas sobre todo a la caza de animales y la comercialización de sus pieles.

Si bien la trama es simple, el film logrado impresiona. Iñárritu nos relata esta historia con un gran realismo y unas imágenes impresionantes logradas con la ayuda del director de fotografía Emmanuel Lubezki (la película está ambientada en las regiones de Dakota, Montana, Wyoming y Nebraska, aunque se rodó en locaciones naturales de Canadá y la Argentina). La naturaleza juega un papel fundamental en el film, es un elemento fundamental que representa muchas cosas en esta trama de venganza, amor, odio, y el sobreponerse a la tragedia… acaso principalmente represente el contexto diario que quita y da en el que se mueve el protagonista. Ese rol fundamental de la naturaleza hermosa, salvaje e imponente, los pocos diálogos y la buena historia básica recuerdan mucho al gran Werner Herzog. Justamente, este film rodado en condiciones extremas que hicieron crecer el presupuesto y generaron renuncias en el equipo técnico, tiene bastante en común con varias de las obras del director de la maravillosa Fitzcarraldo. La película está muy bien realizada, cuenta con una dirección, fotografía, música y actuaciones destacables.

Opinión: MUY BUENA