COMENTARIO DE "CASI NORMALES" POR JUAN MANUEL
Que orgullo que en el país de hagan puestas de comedias musicales como la que vi ayer en el Teatro Liceo, con un despliegue de tanto talento en lo que hace a las interpretaciones, dirección, puesta y técnica en general. "Next to Normal" revolucionó en Brodway la forma de realizar comedias musicales. Es un "musical rock" (sería inapropiado llamarla "comedia musical" teniendo en cuenta el fuerte contenido dramático de la historia) escrito por Brian Yorkey y con música de Tom Kitt. La historia trata sobre una madre con trastorno bipolar y el efecto de su enfermedad en su familia. El musical también toca temas como el suicidio, las drogas, la vida suburbana y la ética en la psiquiatría moderna. Además de ganar un racimo entero de Tonny´s e incontables premios por doquier en sus puestas en Brodway y el llamado "off-Brodway", fue merecedora del premio Pulitzer al drama en 2010 (la única obra que había alcanzado tal mérito antes había sido "Rent" en 1998). Teniendo en cuenta estos antecedentes, era un arma de doble filo traer la producción a los escenarios porteños. Para ello, había que contar con mucho talento. Y es lo que me parece que hicieron los productores que invirtieron en los derechos de la obra cuando convocaron a Laura Conforte ("La novicia rebelde"), Alejandro Paker ("Cabaret"), Florencia Otero ("Rent"), Matías Mayer, entre otros notables talentos, gente especializada en el tan difícil género de la comedia musical. Si bien creo que la música es excelente, y los aspectos técnicos precisos y adecuados a los distintos ambientes que propone la historia, la obra se sostiene en mayor medida en el talento de los intérpretes, que en ese nivel de excelencia de todos se destaca Laura Conforte, llevando adelante un protagónico sin fisuras en las aproximadas dos horas (con un intervalo) que dura la obra, haciendo gala de gran naturalidad en una actuación que no cae en excesos, y de una gran voz que cobra distintos matices como ambientes tiene la obra. Paker, por su parte, lejos del excepcional maestro de ceremonias que compuso en "Cabaret" hace casi un lustro, brinda la sobriedad que exige el papel del abnegado padre de familia que intenta dar un ambiente de "normalidad" a su hogar. Florencia Otero brinda jovialidad y profundidad a su papel de adolescente hiperexigido que se siente invisible dentro del ámbito de su familia "disfuncional".
De los otros personajes no hago mención para no dar datos sobre la trama que podrían arruinar sorpresas al espectador, pero anticipo que también hacen gala de talento y profesionalidad. Si algo podría aportarse para mejorar esta ya muy buena producción es algo relativo a la puesta, esto opinión humilde de lego en la materia. Sucede que el teatro Liceo tiene un tamaño que limita el lucimiento de la puesta escogida por el director, que si bien despojada requiere de un espacio para la comodidad de los actores en sus desplazamientos y para evitar que el ambiente se torne caótico. Hay momentos en que puede verse, si bien prestando mucha atención, a los actores esforzándose para salir y entrar de escena, ya que los andamios y plataformas escogidos para recrear los distintos ambientes están muy pegados a los tabiques de ambos costados del escenario. Esto, sumado a que la banda se encuentra ubicada en la más alta plataforma de la puesta, hacen que la mezcla entre sonido e imagen por algunos momentos se torne confusa. Pero, más allá de ese puntual y pequeñísimo detalle, se ha logrado una producción digna para tan difícil y genial obra. Los aplausos que casi tiraban abajo el teatro lo demostraron, entre ellos los de la pequeña Elena Roger que como espectadora se subió a la butaca gritando "bravos". Ahora el desafío: ojalá se mantenga en cartelera y que, claro, venda más entradas que "Cuatro Colas y un Funeral". Algunas frases de la obra que me parecen destacables:
-Psicofarmacólogo: "Sra. Goodman, cómo se siente con la nueva medicación?" -Diana Goodman: "Bien... pero es raro... como que no siento nada..."
-Psicofarmacólogo: "Diagnóstico: paciente estable"
-Psiquiatra: "Diana, usted se siente feliz?"
-Diana Goodman: "... en realidad creo que la gente que dice que es feliz en realidad es estúpida..."
-Psicofarmacólogo: "...Diagnóstico: paciente con problemas de baja autoestima..."
Que orgullo que en el país de hagan puestas de comedias musicales como la que vi ayer en el Teatro Liceo, con un despliegue de tanto talento en lo que hace a las interpretaciones, dirección, puesta y técnica en general. "Next to Normal" revolucionó en Brodway la forma de realizar comedias musicales. Es un "musical rock" (sería inapropiado llamarla "comedia musical" teniendo en cuenta el fuerte contenido dramático de la historia) escrito por Brian Yorkey y con música de Tom Kitt. La historia trata sobre una madre con trastorno bipolar y el efecto de su enfermedad en su familia. El musical también toca temas como el suicidio, las drogas, la vida suburbana y la ética en la psiquiatría moderna. Además de ganar un racimo entero de Tonny´s e incontables premios por doquier en sus puestas en Brodway y el llamado "off-Brodway", fue merecedora del premio Pulitzer al drama en 2010 (la única obra que había alcanzado tal mérito antes había sido "Rent" en 1998). Teniendo en cuenta estos antecedentes, era un arma de doble filo traer la producción a los escenarios porteños. Para ello, había que contar con mucho talento. Y es lo que me parece que hicieron los productores que invirtieron en los derechos de la obra cuando convocaron a Laura Conforte ("La novicia rebelde"), Alejandro Paker ("Cabaret"), Florencia Otero ("Rent"), Matías Mayer, entre otros notables talentos, gente especializada en el tan difícil género de la comedia musical. Si bien creo que la música es excelente, y los aspectos técnicos precisos y adecuados a los distintos ambientes que propone la historia, la obra se sostiene en mayor medida en el talento de los intérpretes, que en ese nivel de excelencia de todos se destaca Laura Conforte, llevando adelante un protagónico sin fisuras en las aproximadas dos horas (con un intervalo) que dura la obra, haciendo gala de gran naturalidad en una actuación que no cae en excesos, y de una gran voz que cobra distintos matices como ambientes tiene la obra. Paker, por su parte, lejos del excepcional maestro de ceremonias que compuso en "Cabaret" hace casi un lustro, brinda la sobriedad que exige el papel del abnegado padre de familia que intenta dar un ambiente de "normalidad" a su hogar. Florencia Otero brinda jovialidad y profundidad a su papel de adolescente hiperexigido que se siente invisible dentro del ámbito de su familia "disfuncional".
De los otros personajes no hago mención para no dar datos sobre la trama que podrían arruinar sorpresas al espectador, pero anticipo que también hacen gala de talento y profesionalidad. Si algo podría aportarse para mejorar esta ya muy buena producción es algo relativo a la puesta, esto opinión humilde de lego en la materia. Sucede que el teatro Liceo tiene un tamaño que limita el lucimiento de la puesta escogida por el director, que si bien despojada requiere de un espacio para la comodidad de los actores en sus desplazamientos y para evitar que el ambiente se torne caótico. Hay momentos en que puede verse, si bien prestando mucha atención, a los actores esforzándose para salir y entrar de escena, ya que los andamios y plataformas escogidos para recrear los distintos ambientes están muy pegados a los tabiques de ambos costados del escenario. Esto, sumado a que la banda se encuentra ubicada en la más alta plataforma de la puesta, hacen que la mezcla entre sonido e imagen por algunos momentos se torne confusa. Pero, más allá de ese puntual y pequeñísimo detalle, se ha logrado una producción digna para tan difícil y genial obra. Los aplausos que casi tiraban abajo el teatro lo demostraron, entre ellos los de la pequeña Elena Roger que como espectadora se subió a la butaca gritando "bravos". Ahora el desafío: ojalá se mantenga en cartelera y que, claro, venda más entradas que "Cuatro Colas y un Funeral". Algunas frases de la obra que me parecen destacables:
-Psicofarmacólogo: "Sra. Goodman, cómo se siente con la nueva medicación?" -Diana Goodman: "Bien... pero es raro... como que no siento nada..."
-Psicofarmacólogo: "Diagnóstico: paciente estable"
-Psiquiatra: "Diana, usted se siente feliz?"
-Diana Goodman: "... en realidad creo que la gente que dice que es feliz en realidad es estúpida..."
-Psicofarmacólogo: "...Diagnóstico: paciente con problemas de baja autoestima..."
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