Espacio para el arte en general: cine, teatro, espectáculos, literatura y demás expresiones
lunes, 30 de abril de 2012
LOS VENGADORES
EVITA (Comentario de ORACLE)
sábado, 28 de abril de 2012
CORIOLANUS
Sinopsis: Versión contemporánea de la Roma de Shakespeare donde se juntarán temas políticos y dramas familiares. Tras salir victorioso de una importante batalla, Cayo Marcio Coriolano intentó acceder al senado como cónsul, pero, debido a su actitud despectiva hacia la plebe, lo único que consiguió fue ser desterrado de Roma, contra la cual se levantaría en armas como venganza.
jueves, 26 de abril de 2012
Un método peligroso
Laura G.
domingo, 15 de abril de 2012
EL RASCACIELOS LATINO
Título en Inglés: The Latin Skyscraper
Director: Sebastián Schindel
Guión: Sebastián Schindel, Fernanda Ribeiz, Sebastián Caulier, Leonel D’Agostino
Fotografía: Guido Lublinsky
Edición: Ernesto Felder
Producción: Sebastián Schindel, Nicolás Batlle, Fernando Molnar
Compañía Productora: Magoya Films
País: Argentina
Año: 2012
Duración: 62'
En el marco de la 14 edición del Bafici se presentó El Rascacielos Latino, película argentina dirigida por Sebastián Schindel.
Su formación en filosofía clásica y su atracción por la arquitectura depositaron en el director una pregunta, una duda que fue cimentando y con el tiempo cristalizó en esta obra: ¿Se inspiró la construcción del Palacio Barolo en los versos de la Divina Comedia, o se trata tan sólo de un mito urbano sin fundamentos?
Con esta pregunta en mente, el director da comienzo a una investigación que pronto toma rumbos impensados. Schindel entrevista arquitectos, historiadores, bibliotecarios, tesistas, personal de mantenimiento, allegados a los ideólogos del edificio, e incluso a un miembro de la logia masona en Argentina, y cada nuevo dato lo guía un poco más allá en su investigación.
El Palacio Barolo fue construido por el arquitecto italiano Mario Palanti entre 1919 y 1923, por encargo de su connacional, el empresario textil Luis Barolo, quién no llegó a ver la obra concluida. “Se dice” que el edificio está plagado de analogías y referencias a la Divina Comedia, producto de la admiración que su creador profesaba por Dante Alighieri. La división general del Palacio sigue la estructura de la Divina Comedia, es así que el Palacio tiene tres partes, al igual que la obra de Dante: Infierno, Purgatorio y Cielo. Además, la división estructural sigue en todo una correspondencia exacta y el Faro representa a los Nueve Coros Angelicales. Uno de los planes de Barolo y Palanti era trasladar los restos del Dante al edificio, que funcionaría como mausoleo. Esto es lo que Sebastián Schindel tratará de demostrar, porque ni las referencias son tan claras, ni su creador fue explícito respecto de su admiración al Dante. En la película Schindel se traslada a Montevideo para continuar su “odisea” en el Palacio Salvo, edificio gemelo del Palacio Barolo. El Palacio Salvo fue también construido por Palanti en 1928, por encargo de los hermanos Ángel, José y Lorenzo Salvo.
La historia está muy bien contada, y a medida que avanza la narración, se complejiza la trama, vinculando personajes y entrecruzando información que nunca antes había sido revelada. En algún momento mi cabeza estableció un paralelo entre El Rascacielos Latino y El Código Da Vinci (Dan Brown): logias templarias, cuerpos desaparecidos, secretos de familia, y la Divina Comedia, el segundo libro más leído en el mundo después de la Biblia. De todas maneras, el libro de Dan Brown por haber sido tan denostado, no es quizás la mejor alegoría…, digamos que en El Rascacielos Latino se mezclan los mismos ingredientes pero de forma más atrapante y cercana.
Por si no se notó, la película me encantó, conforme con la dirección, la fotografía, idea y producción, pero más fascinada aún con la investigación, los textos y documentos antiguos, y los misterios ocultos en la arquitectura de la ciudad. Por suerte, según adelantó el director, cuando se edite el DVD, podremos ver en los extras, escenas cortadas que aportan datos a la historia.
Como es tradición en el Bafici, algunos directores están disponibles para preguntas y apreciaciones una vez finalizada la proyección. Sebastián Schindel supo responder muy a gusto las preguntas de los espectadores, todos muy entusiasmados y con ganas de purgar dudas. Aquí transcribo algunas de ellas, así que advierto: si no vio la película, no siga leyendo ya que pueden resultar reveladoras respecto de la trama (Spoiler Alert). No se trata de una transcripción exacta, sino de mi recuerdo de ellas.
1- Pregunta: Debajo del Palacio Barolo había agua, ¿Debajo del Palacio Salvo también?
Respuesta: Muy buena pregunta. No lo sé. Podría averiguar.
2- Pregunta: Viví en Italia, por esto pienso que la inscripción delante del nombre de Palanti puede significar el rango alcanzado en la guerra (Lugar Teniente, 2do al mando), seguido de la fecha 1919.
Respuesta: Es otra hipótesis, si. Pero formalmente puede remitir a eso, e implícitamente sugerir su rango en la logia, como el Lugarteniente de Mussolini.
3- Pregunta: ¿Pensás que la persona que aparece en la foto, asomada por una de las ventanas del Palacio Barolo, puede ser Palanti?
Respuesta: Sí. No hay fotos o imágenes conocidas de él. Busqué pero no encontré. Pero si aparece en wikipedia una pintura de Palanti retratado por su hermano. Y si comparan la pintura con la persona que se asoma en la foto, se parecen mucho. Yo pienso que sí.
sábado, 14 de abril de 2012
MIRROR MIRROR
Ficha: Título original: Mirror, mirror. AKA: The brothers Grimm: Snow White. Dirección: Tarsem Singh. País: USA. Año: 2012. Duración: 106 min. Género: Aventuras, fantasía, comedia, romance. Interpretación: Lily Collins (Blancanieves), Julia Roberts (la reina), Armie Hammer (príncipe Alcott), Sean Bean (rey), Nathan Lane (Brighton), Mare Winningham (Baker Margaret), Michael Lerner (barón). Guion: Melissa Wallack y Jason Keller; basado en el cuento de los hermanos Grimm. Producción: Bernie Goldman, Ryan Kavanaugh y Brett Ratner. Fotografía: Brendan Galvin. Montaje: Robert Duffy y Nick Moore. Diseño de producción: Tom Foden. Vestuario: Eiko Ishioka. Distribuidora: Tripictures.
Sinopsis: Después de la desaparición del Rey, su mujer despiadada toma el control del reino, manteniendo escondida en el palacio a su hijastra de 18 años de edad, la hermosa Blancanieves. Pero cuando la princesa atrae la atención de un príncipe azul y rico, la reina celosa destierra a la niña en un bosque cercano. Acogida por un grupo de enanos rebeldes pero de buen corazón, Blancanieves se transforma en una mujer joven y valiente decidida a salvar a su país de la Reina. Con el apoyo de sus nuevos amigos, se pone en acción para reclamar su derecho y recuperar al príncipe.
Comentario: la verdad es que tenía ganas de ir al cine y donde estaba era lo único que daban. Mea culpa. Para comentar, hay que rescatar en primer lugar la gracia de Julia Roberts, su encanto y su belleza. Lily Collins también tiene magia y cumple bien con su papel. Pero por sobre todo, aparece entre los actores secundarios Nathan Lane, un verdadero grande de la pantalla y el teatro, y siempre es un verdadero gusto verlo. Después, hay que rescatar algunas partes técnicas, como los efectos especiales y también el vestuario. Y qué más… nada más. Habiendo hecho estas menciones, la película es mala. Aburre a más no poder y la historia no interesa ni atrae en ningún momento. Los diálogos, salvo algunas cosas entre Lane y Roberts, son anodinos y no desentonan con el aburrimiento general.
Los productores ya no saben qué hacer con todas las posibilidades que brindan hoy por hoy los equipos de efectos especiales, y buscan en la ciencia-ficción y en las historias fantásticas vetas para aprovecharlos y así captar audiencias. A veces lo logran. En este caso, no.
OPINIÓN: MALA
viernes, 13 de abril de 2012
Jezebel (1938)
Estados Unidos, 1852. La joven aristócrata Julie Marden (Bette Davies), acostumbrada a salirse siempre con la suya y que todo el mundo termine cumpliendo con sus deseos por más nimios que fuesen, cueste lo que cueste, lleva sus acciones a un punto que ni ella puede manejar, y termina pediendo al hombre que ama y con el que estaba comprometida (Henry Fonda). A partir de allí, la joven Julie entra en un interminable espiral descendente, y la gente a su alrededor comienza a ver en su temple inquebrantable al del malvado personaje bíblico que da título al filme que paso a comentar.
Los momentos previos al inicio de la guerra civil estadounidense, y un incipiente brote de fiebre amarilla haciendo estragos en el sur del país dan marco a esta historia que muestra hasta qué punto puede llegar el orgullo de una mujer dispuesta a todo para lograr lo que quiere en todo momento, sin importar las consecuencias. Las primeras escenas muestran como Julie, a causa de un simple capricho, orquesta una venganza contra su prometido, lo que le cuesta que este último la abandone a poco tiempo de la boda.
El regreso de su prometido tiempo después a la ciudad, con intenciones éste de ayudar a combatir la plaga que azota el sur del país, despierta sus esperanzas de reconquistarlo. Para ello, es capaz de todo ardid y maquinación, y la persona de Julie poco a poco va desapareciendo, fundiéndose en Jezebel. A partir de allí, intrigas, muerte y rendención llenan una historia que comienza con un tinte hasta podría decirse ingenuo –la Julie de este filme hace recordar a la Scarlet O Hara de Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó, si bien esta película es anterior a ese gran clásico del cine- hasta que llega a cobrar matices un tanto macabros.
Qué mejor actriz para interpretar a este personaje que Bette Davies, una de los más emblemáticos personajes de la época dorada del cine que hizo gala de talento y profesionalidad, una presencia escénica con un poder muy pocas veces igualado en pantalla. La filmografía de Davies es vasta e interesante, lo que muestra un talento acompañado en inteligencia a la hora de elegir cada proyecto a medida que pasan los años. Hay personas que supieron adecuarse al paso del tiempo, entendiendo bien lo que podrían ofrecer como artistas en cada momento, y maximizándolo. Con ella, nos encontramos con una larga carrera actoral que comienza con títulos como "Bar Sister" (1931), que en el camino nos regala clásicos como "All about Eve" (aquí estrenada como "La Malvada") y que culmina adentrándose en el género del terror con filmes como "Qué fué de Baby Jane" (1962). Davies bien sabía que no integraba la categoría de las femme falates, de las sirenas a las que no se les exigía mucho histrionismo a la hora de moverse frente a la cámara. Pero conocía bien su talento, sabía utilizarlo y, en su caso, eso bastaba para adorarla. Uno queda seducido por la atrapante personalidad que dió a cada personaje, y por esos enormes y redondos ojos azules con los que transmitía las grandezas y bajezas de las criaturas que componía.
En la película que origina este comentario, la encontramos en los comienzos de su carrera, componiendo el papel que le valió su primer Oscar. Y vemos a una actriz que navega por todas las emociones y matices que se pueden hallar en un personaje: inocencia, picardía, dolor, furia, arrepentimiento. Entra y sale en cada uno de estos estados con una naturalidad sorprendente.
También atrapa la actuación de Henry Forda encarnando al abnegado novio que encontrará el límite a su paciencia en un baile social al que Julie va vestida de un modo indecoroso para la época (quizá la mejor escena de la película, desde lo técnico y lo actoral, es la del valls en esa fatídica fiesta), consecuencia de lo cual se muda al norte del país, lugar de los "yanquis", para volver un año después buscando colaborar en la lucha contra la fiebre amarilla. Fonda aqui demuestra su talento con pocos gestos, una mirada reflexiva y penetrante, movimientos cortos pero firmes, todos ellos elementos propios del personaje que le toco en suerte.
Como se anticipara, el comienzo de la película es casi inocente, mostrando a una joven caprichosa que no teme en cruzar los límites sociales (su entrada en una reunión social con ropa de montar y luego tomando tragos frente al resto de las damas conservadoras es muy entretenida) y pone a prueba constantemente la tolerancia y devoción de su futuro marido. Pero, una vez cruzado el límite, tanto al vida de Julie como la situación sociopolítica del país entran en un espiral descendente que dan lugar a trágicos episodios y a la búsqueda de la redención.
El director William Wilder logra recrear el clima pre guerra civil estadounidense, y logra mediante su narrativa transmitir poco a poco la transformacion tanto del personaje de Davies como de la ciudad asolada por los acontecimientos. De la casi ingenua y caprichosa joven a la mujer manipuladora y con muy relativos escrupulos. De la tradicional y refinada Louisiana de mediados del siglo XIX a un lugar donde rige la ley marcial y se ejecuta sin piedad a todo aquel que intente trasponer los limites de la ciudad donde la plaga toma cada vez mas fuerza.
Este film recibio dos Oscar en 1939, correspondientes como ya se anticipara a mejor actriz principal y a mejor actriz secundaria (Fay Bainter, quien interpreta a la muy maternal tia de Julie) y fue candidata a otros tres.
En definitiva, una muy buena propuesta de cine de la epoca de oro de Hollywood.