Lluvia constante.
Debo decir que Lluvia Constante es una interesante propuesta para la cartelera de nuestra ciudad. No es comun ver policiales en el teatro argentino. Este, en especial, es tan efectivo que logra transmitir en todo momento el clima opresivo necesario para narrar la terrible historia que viven los personajes.
Dos policias en busca de ser ascendidos como detectives. Sus carreras se ven interrumpidas por una serie de escabrosas situaciones en las que cada uno de ellos reacciona de acuerdo a su personalidad. Ellos son como hermanos. Se conocen desde ninos. Sin embargo, los terribles hechos que se van desencadenando en sus vidas comienzan a poner a prueba no solo su amistad, sino que llega a hacer temblar los mismos limites morales con los que llevan a delante sus vidas.
La obra tiene una estetica cinematografica, sostenida por el relato que hacen los dos protagonistas, unicos interpretes en escena, en saltos temporales a traves de los cuales se narra una historia quiza un tanto macabra, en la que los personajes llegan a lo mas bajo en su intento por sobrevivir y proteger a sus seres queridos. De hecho, otro de los temas centrales de la historia considero que puede ser hasta donde puede llegar un ser humano cuando se amenaza lo que le es mas preciado.
Debo decir que no me parece una obra para una persona que busca salir con una sonrisa del teatro. De hecho, me hizo acordar a la estetica que Darren Aronosky suele dar a sus peliculas, en las que los personajes van caida libre en un espiral que parece no tener fondo.
Como siempre, la direccion de Daulte es precisa, puntual. Sabe como aprovechar cada rincon del escenario y sacar el jugo de toda la potencialidad de los actores. La iluminacion ayuda a crear cada uno de los climas que propone la obra, asi como tambien el sonido. La tecnica es impecable.
Furriel y De la Serna, ya lo han demostrado, son jovenes actores de gran talento. Tienen estilos realmente distintos. Mientras que Furriel hace un trabajo de sutilezas, necesarias para dar vida a su personaje, De la Serna lleva a maximo su histrionismo, quiza para mi gusto un tanto en el limite. Es muy probable que sea una marcacion de Daulte, para diferenciar bien a los personajes y aprovechar los puntos fuertes del actor.
En definitiva, se trata de una obra de calidad desde la historia, la tecnica y las actuaciones. Ahora bien, si uno busca salir del teatro con alegriay jubilo, no es la obra a elegir.
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