sábado, 28 de julio de 2012

Buena Gente



¿Todos somos buenos y malos en algún punto?
¿Qué es lo que determina que alguien sea "buena gente"?,
¿Se confunde la bondad con el ser políticamente correcto, con ser educado, con poner en práctica valores socialmente aceptados, con tener un caracter débil, con el ser afable?
¿Uno es bueno porque se lo propone, por mandato social, cultural religioso, o simplemente porque le nace serlo?

Creo que uno de los indicadores de que un texto de dramaturgia sea realmente bueno es que a uno lo deje lleno de reflexiones e interrogantes. Este es el caso de "Buena Gente" , la nueva puesta del talentoso director Claudio Tolcachir que se ofrece estos dias en el teatro Liceo.

"Se puede torcer el destino? Si hubieras tomado otra decision... que habría pasado?..." es el leit motiv de esta comedia dramática, una de las más aclamadas del teatro contemporáneo norteamericano, escrita por el ganador del premio Pulitzer David Lindsay - Abaire.

La trama cuenta la historia de Margarita (Mercedes Moran), para quien el cheque de este mes sirve solo para cubrir las cuentas pendientes del mes pasado, donde parece que las cosas solo pueden cambiar con un golpe de suerte en el bingo o la quiniela... y donde acaba de ser despedida una vez mas de su trabajo. A días de ser desalojada y buscando una salida, Margarita se fija en Juan (Gustavo Garzon), un viejo novio de juventud que logró dejar atras el humilde barrio de la infancia y que ahora es un médico de buen pasar económico, un amigo que no ve hace treinta años y que puede ser su pasaporte a una nueva oportunidad. A raiz de este reencuentro, salen a la luz no sólo historias ocultas en los arcones liberadores del tiempo y la lejanía, sino también resentimientos y cuestionamientos, y todo enmarcado por algo que aqueja a todas las sociedades sin importar lo avanzada o progresista que sea, los abismos económico-culturales que separan a las personas dependiendo su posición en la escala social. En el seno de este conflicto y de las situaciones límite que se les plantean, los personajes se cuestionan hasta donde obrar como debe hacerlo una persona que se considere a sí misma "buena gente" y hasta donde no.

Es incuestionable que Fernando Masllorens y Federico Gonzalez del Pino son ya íconos de la traducción y la adaptación de las obras de la dramaturgia extranjera para el mercado local, y aquí hacen gala de su oficio. Su trabajo para trasladar a nuestra idiosincracia la acción de una pieza que originalmente está ambientada en la vida de los suburbios de una ciudad norteamericana es impecable. Pareciera que el texto original hubiera sido escrito originalmente pensando en un barrio humilde de nuestra querida y enigmática Buenos Aires.

Teniendo en sus manos un texto rico y sólido, lleno de humor ácido y plagado de personajes irremediablemente humanos, Claudio Tolcachir (premio Konex, ACE, Maria Guerrero, Teatros del Mundo y Teatro XXI) ofrece una puesta muy interesante, donde tanto escenografia y actores se desplazan entre escena y escena de modo armónico, componiendo lugares, espacios y situaciones. Los actores están en todo momento conectados entre ellos y en ningún momento se ven abandonados por sus personajes, lo que denota un correcto trabajo de dirección. Esto aroja como resultado credibilidad de lo que esta sucediendo en escena.

La dirección de arte y diseño de escenografía, a cargo de Alberto Negrin (premio Konex de Platino al mejor escenografo de los últimos diez años), merece una mención especial. Los elementos con los que eficazmente se ambienta cada momento de la trama (un "todo por dos pesos", el humilde departamento de Margarita, el bingo donde los personajes sueñan con encontrar un giro a su suerte, la casa de country de Juan) aparecen desde cada rincón del escenario y hasta desde las bambalinas de modo sincronizado. Una de las primeras lecciones que una instrucción clásica de teatro brinda es que cada elemento escenográfico debe tener un sentido, debe ser utilizado de algún modo. Dicha lección aquí se cumple al pie de la letra. Cada uno de los elementos esta en ese lugar por algo.

En lo personal, no soy fanático del uso de pantallas e imágenes de fondo en teatro, pero aquí esta alternativa es utilizada de un modo innegablemente efectivo y hasta sutil.

Ya en lo que hace a las actuaciones, cada uno de los actores sale airoso en la composición de su personaje. Todos ellos estan muy bien elegidos para los papeles que componen, y eso es un acierto del casting. Claro que sobre Mercedes Moran recae el peso del protagónico, y no solo sale airosa en la composición de una mujer de vida sacrificada que carga con las decisiones que tomó en su vida y se cuestiona como obrar en una situación límite, sino que actúa de modo tal que permite que sus compañeros de escena se luzcan al encarnar a los personajes que interactuan con ella.

Veronica Llinás, Silvina Sabater y Gerardo Otero ofrecen sólidas interpretaciones como la exhuberante amiga, la casera y el jefe de Margarita, mientras que a Gustavo Garzon se lo ve muy a gusto en el papel de Juan, aquel amigo de la infancia que escapo de un pasado de pobreza que vuelve a chocarse con el de modo inesperado. Aun asi, el trabajo que merece ser destacado es el de Marina Bellati, quien compone a la joven esposa de Juan, quien nacio y vivio siempre en una posicion acomodada, y que, a traves de Margarita, conoce facetas de su marido que la sorprenden de modo no muy grato. Bellati hace su composicion alejada de cualquier estereotipo, maquieta o cliche, simplemente se sumerge en el mundo de una persona que vivio siempre en determinado medio sociocultural y se ve confundida ante un sorpresivo golpe de una realidad que le era ajena.
Todos los actores estan en todo momento inmersos en sus personajes y logran un grado de conexión necesario para recrear las situaciones disímiles que exige la trama.
En definitiva, se trata de una muy buena alternativa de nuestra cartelera porteña para reflexionar acerca de nuestra realidad, de nuestros preconceptos y de nuestras decisiones de vida.

Para culminar, en palabras del autor de la obra:
"Mi infancia fué en un barrio de clase baja. Pero un día recibí una beca en tercer grado para estudiar en una escuela privada de los suburbios. Esta oportunidad de estudio determinó un cambio en mi aparente destino. Fue así que todos los días tomaba solo el tren de ida y vuelta, y al pasar tiempo con mis nuevos compañeros mi acento fue cambiando, mutando, suavizándose. Pero lo curioso es que reaparecía inmediatamente cada vez que hablaba por teléfono con mi madre o con un familiar. De alguna forma, era como ser bilingue. Quise escribir "Buena Gente" recordando y siendo respetuoso a mis orígenes, pero también con todas sus ambiguedades". David Lindsay-Abaire.

domingo, 22 de julio de 2012

Yerma: un Lorca puro



Si de algo tenemos que enorgullecernos los argentinos, y los porteños en particular, es del movimiento teatral que existe en nuestro país. Pocas ciudades en el mundo tienen una cartelera tan variada y copiosa como la nuestra. Hay teatro para todos los gustos y posibilidades económicas, y realmente quien no acude a ver una obra u otro hecho artístico es sencillamente por falta de interés.
Y quien quiera ver teatro clásico, siempre tiene la posibilidad de acudir al San Martín (municipal) o al Cervantes (nacional).
Las obras de teatro clásico no son comerciales, no son de consumo masivo, y no mediando productores que se atrevan a ponerlas en escena, es el Estado el que debe ofrecer la posibilidad a la gente de acudir a ver piezas magistrales eternas como las de Chejov, Ibsen, Bernard Shaw o bien, en el caso de obra que pasaré a comentar, García Lorca. Porque el teatro tiene una función social educacional, y está en nosotros cuidar nuestras salas con soporte estatal. Cómo hacerlo? Acudiéndo a ver las puestas que se presentan en el San Martín y en el Cervantes, que se hacen con presupuesto que en parte todos nosotros aportamos.
Fue ayer muy reconfortante ver la sala del Cervantes llena para ver la puesta que de "Yerma" hizo el director Daniel Suárez Marzal.
Lorca devolvió al mundo del teatro el género de la tragedia, que había sido dejado de lado desde la epoca de la Contrarreforma, a raíz de la cual el hombre se convirtió en el artífice de su propio destino, dejando atrás la concepción del hombre sometido a los designios divinos. Ejemplos de este género de la literatura lorqueana son "La casa de Bernarda Alba", "Bodas de Sangre", "Así que pasen cinco años" y, claro "Yerma", historia que trata más sobre las presiones sociales y el rol de la mujer en un opaco pueblo español que sobre la imposibilidad de tener hijos. Consciente del éxito del drama rural de teatro, Lorca elabora estas tragedias basándose en una conjugación de mito, poesía, y sustancia real, tratando de retratar a una mujer a su vez oprimida y liberadora de sí misma.
El tema principal de la obra en cuestión es instinto frente a represión, ya que Yerma lucha porque su instinto le dice que debe ser madre, pero no lo logra, y por eso termina odiándose. A través de un gesto radical, se libera de la esterilidad de Juan aunque no de su tragedia personal.
La puesta de Suárez Marzal nos brinda un Lorca puro, con enérgica música flamenca, luces ténues con las que se retrata lo lúgubre de la situación y el gris de la vida cotidiana que se llevaba adelante en ese pueblo rural y una escenografía despojada y precisa.
Un telón de fondo de material corrugado muestra un terreno árido, opresivo, seco como el vientre de Yerma. Colores sepia y rojizos utilizados en forma adecuada indican el momento del día en el que la situación se desenvuelve, y unos pocos elementos escenográficos bien empleados permiten recrear cada ambiente. Realmente un logro de la puesta.



El casting en una obra de Lorca es todo un desafío, sobre todo en los roles protagónicos. En el caso en cuestión, debía encontrarse una actriz que logre transmitir el camino de desesperación y locura que recorre Yerma durante el transcurso de la trama.
Sin duda, Malena Solda es una de las actrices más preparadas de su generación, quizá a la par de Eleonora Wexler. Su trabajo aquí no presenta fisuras -mirando, y escuchando (Lorca se escucha además de verse) con ojo muy fino quizá haya algún sesgo de monotonía en la forma en que ponuncia los versos- y sale airosa en la recreación de todos los estados anímicos que impone el personaje.
Sin embargo, y esto es ya una opinión muy personal, creo que el protagónico de esta tragedia requería una actriz con otra presencia dramática. Solda aporta a las criaturas que suele componer una fragilidad que dista de lo que es Yerma.
Yerma sufre, pero no es una víctima. Quizá las víctimas sean aquellos que la rodean. Por ello pienso que tal vez otra actriz con una presencia más fuerte hubiera aportado otra carga al personaje. Más allá de ello, la interpretación es sólida, correcta.
El resto del elenco no desentona. Sergio Surraco brilla como el posesivo señor de casa que intenta mantener la sanidad de su matrimonio y hogar. Las jóvenes que componen a "las lavanderas" y a "las muchachas" conforman un coro que logra una de las escenas más lucidas de la obra.
Por su parte, Tina Serrano encarna a la "Vieja Pagana" pronunciando los versos con la cadencia que requieren, con el oficio y técnica de la "vieja escuela", poniendo en evidencia algo no tan bueno: que hay una nueva generación de actores que, si bien talentosos, no tienen la preparación tradicional en teatro que requería saber "cómo decir" dependiendo del tipo de obra de que se trate. Serrano es la única que "dice" del modo en que se debe en una tragedia lorqueana.
Pepe Monje, como el novio de la adolescencia de Yerma, se ve un tanto deslucido, lo cual es una pena en un actor de probado talento. Esto no es más que un desacierto de la dirección, ya que el papel de "Victor" representa la virilidad, la potencia, lo que no fue para Yerma, convirtiéndose en un elemento sustancial de la historia. Lo que este personaje representa es un denominador común en varias obras del autor, pudiéndose encontrar en el Leonardo de "Bodas de Sangre" o en el Jugador de Rugby de "Así que pasen cinco años". Sin embargo, las participaciones de Monje en la obra pasan casi desapercibidas, carentes de la potencia y tensión sexual que se debería generar en escena.
El cuadro de las brujas, momento en que Yerma busca a través de un ritual oculto lograr la tan ansiada maternidad, está bien resuelto, con elementos escenográficos que otorgan una adecuada ambientación, aunque quizá la bruja se parece más a una matrona de pueblo que a una anciana avezada en las artes arcanas.
Un encanto especial le da a la puesta la música flamenca en vivo con guitarrista (una mención aparte para el talentoso Sebastián Espósito), un cantaor y una llamativa bailaora, luciéndose los tres junto a todo el elenco en la escena que tiene lugar en la romería, mezcla de matrimonio y ritual de iniciación sexual, entre carrozas floridas y símbolos religiosos.
En defintiva, más allá de unos detalles de dirección subsanables, se trata de un Lorca puro, una tragedia sin baches ni mesetas, y una recomendable propuesta en la escena porteña.
"Ay que prado de pena!
Ay qué puerta cerrada a la hermosura,
que pido un hijo que sufrir y el aire
me ofrece dalias de dormida luna!
Estos dos manantiales que yo tengo
de leche tibia, son en la espesura
de mi carne, dos pulsos de caballo,
que hacen latir la rama de mi angustia.
Ay pechos ciegos bajo mi vestido!
Ay palomas sin ojos ni blancura!
Ay que dolor de sangre prisionera
me está clavando avispas en la nuca!
Pero tú has de venir, amor!, mi niño,
porque el agua da sal, la tierra fruta,
y nuestro vientre guarda tiernos hijos
como la nube lleva dulce lluvia".-

domingo, 15 de julio de 2012

EL SORPRENDENTE HOMBRE ARAÑA





Ficha: Dirección: Marc Webb. País: USA. Año: 2012. Duración: 136 min. Género: Acción, fantástico. Interpretación: Andrew Garfield (Peter Parker / Spider-Man), Emma Stone  (Gwen Stacy), Rhys Ifans (Dr. Curt Connors / Lagarto), Martin Sheen (tío Ben), Sally Field (tía May), Denis Leary (capitán Stacy), Campbell Scott  (Richard Parker), Chris Zylka (Flash Thompson), Irrfan Khan (Ratha). Guion: James Vanderbilt; basado en los personajes creados por Steve Ditko y Stan Lee. Producción: Avi Arad, Matthew Tolmach y Laura Ziskin. Música: James Horner. Fotografía: John Schwartzman. Diseño de producción: J. Michael Riva. Vestuario: Kym Barrett.




Sinopsis: El sorprendente Hombre Araña es la historia de Peter Parker (Garfield), un marginado en la preparatoria quien fuera abandonado por sus padres de niño, dejado al cuidado de su tío Ben (Sheen) y su tía May (Field). Como casi todos los adolescentes, Peter está intentando descifrar quién es y cómo llegó a ser la persona que es. Peter también está encontrando su camino con su primer amor de preparatoria, Gwen Stacy (Stone), y juntos, se enfrentan al amor, compromiso y secretos. Luego de que Peter descubre un misterioso portafolio que pertenecía a su padre, empieza una búsqueda para comprender la desaparición de sus padres - llevándolo directamente a Oscorp y al laboraorio del Dr. Curt Connors' (Ifans), el antiguo compañero de su padre. Mientras Spider-Man es puesto en un camino hacia la colisión con el alter-ego de Connor, Lizard, Peter deberá tomar decisiones que cambian la vida para utilizar sus poderes y formar su destino para convertirse en un héroe (cinepremiere.com).



 Andrew Garfield como Peter Parker


Comentario: Los productores de Hollywood poseedores de los derechos de la franquicia Spiderman, decidieron realizar un nuevo film, contando toda la historia de nuevo, con nuevos actores, director y equipo. No es de sorprender: el personaje mueve millones de dólares a través de seguidores que compran sus incontables líneas de cómics y diverso merchandising. Así, era de esperarse la aparición de una nueva película con el personaje, después del éxito de los tres films de Sam Raimi, protagonizados por Tobey Maguire y Kirsten Dunst. Se esperaba que en 2011 se estrenase la cuarta entrega; pero en Enero de 2010 Marvel anunció la cancelación de la película y el cierre de la serie debido a problemas con el guión y la dirección. Inmediatamente se anunció una nueva película que reiniciaría la franquicia. Ahora… ¿hacía falta este reinicio?


 Emma Stone como Gwen Stacy

Personalmente creo que en muy pocos casos se justifica reiniciar una historia. Reiniciar una historia puede significar, simplemente, falta de capacidad e ideas. Por ejemplo, se justifica lo hecho por Christopher Nolan con su trilogía de Batman. Joel Schumacher destruyó lo comenzado por Tim Burton, haciendo dos películas vergonzosas, que forman parte de lo peor visto en el cine y una guía sobre cómo destruir una franquicia. Acaso no haya sido sólo culpa suya, sino de un grupo de productores que deciden qué películas filmar, con qué equipo y con qué temáticas, basándose en las últimas tendencias vistas en ratings y estudios de mercado. Así, a un costo de grandes fortunas se hicieron grandes basuras, que solo sirvieron para darles unos millones de dólares de ganancia a un grupo de productores de California. Aquí, sinceramente, no hacía falta un “relanzamiento”. Las películas de Raimi están plenamente en la memoria de la gente (el tercer film es del 2007) y esto hace que la primer parte de “El sorprendente Hombre-araña” resulte muy pesada. Volvemos a ver ooooootra vez tooooooodaaa la historia sobre cómo Peter Parker es picado por la araña y lo que sucede con sus tíos ooooootra vez… Y oooooootra vez vemos la vida de Parker en la secundaria, y cómo era molestado por sus compañeros, y cómo todo cambia cuando obtiene sus poderes. A los norteamericanos les fascina mostrar una y mil veces el tema del muchacho débil en secundaria, sujeto a burlas constantes y su posterior venganza. Deben saber que es un defecto constante de su sistema educativo, y a la vez una metáfora abarcativa, en la que muchas personas se pueden sentir identificadas. Este es el factor más débil de la película, la repetición.


 El villano de turno, el Lagarto

Todo esto se podría haber obviado y seguido la historia desde donde quedaron las anteriores, o incluso con alguna reformulación (así como hizo Brian Singer con su “Súperman Returns” en 2009), comenzando el film con la historia del origen del personaje ya desarrollada. A pesar de este factor, la película desarrolla luego una historia entretenida (que en realidad es una variación de las anteriores: científico con buenas intenciones que, a través de un experimento fallido se transforma en un monstruo que pone en peligro la ciudad). Esta historia, el drama del Dr. Connors, está bien narrada, con un buen ritmo y desarrollo de principio a fin. Por otra parte, la película está muy bien filmada, bien realizada y se hizo una buena elección de actores. Andrew Garfield y Emma Stone hacen una linda pareja y dan muy buena imagen en pantalla. Rhys Ifans va consolidando su carrera y demostrando que es un gran actor. Para quienes no lo vieron en “Anónimo” (2011, de Roland Emmerich) les recomiendo que no se lo pierdan allí. Martin Sheen, Sally Field y Denis Leary completan el casting principal y están muy bien en sus papeles.
Habiendo dicho todo esto, hay que destacar el factor fundamental sobre el que se planta este film: los efectos especiales son asombrosos. El 3D se disfruta muchísimo y se hace buen uso de efectos de cámara en primera persona (el espectador ve lo que vería Peter Parker al balancearse con su telaraña por los aires); además, se muestra como nunca al trepamuros contornearse en el aire y hacer las más asombrosas piruetas. Además, las escenas de lucha y acción no tienen desperdicio. Quizás en este punto se nota una mejora con respecto a las películas de Raimi: aquellas eran demasiado lentas en comparación con el film de Marc Webb, que le brinda más acción y velocidad a su film. Cabe destacar también el cameo de Stan Lee, acaso el mejor de los que hizo en estos films.
En definitiva, si bien se hace largo y pesado el primer tramo del film, mostrándonos algo que ya se vió hace muy poco (y se había visto bien realizado por Raimi), los efectos especiales en 3D y las escenas de acción, hacen que el film se disfrute bastante. Quizás la próxima película que realice este equipo nos presente una historia nueva, o por lo menos con elementos novedosos que no se basen únicamente en los efectos especiales.

Opinión: BUENA




domingo, 8 de julio de 2012

PROMETEO




Ficha: Dirección: Ridley Scott. País: USA. Año: 2012. Género: Acción, ciencia-ficción, terror. Interpretación: Noomi Rapace (Elizabeth Shaw), Charlize Theron (Meredith Vickers), Michael Fassbender (David), Guy Pearce (Peter Weyland), Idris Elba (Janek), Logan Marshall-Green (Charlie Holloway), Rafe Spall (Millburn), Sean Harris (Fifield), Emun Elliott (Chance), Benedict Wong (Ravel), Patrick Wilson (padre de Shaw). Guion: Damon Lindelof y Jon Spaihts. Producción: Ridley Scott, David Giler y Walter Hill. Música: Marc Streitenfeld. Fotografía: Dariusz Wolski. Montaje: Pietro Scalia. Diseño de producción: Arthur Max. Vestuario: Janty Yates.




Sinopsis: En el año 2058 unas excavaciones arqueológicas en África revelan los restos que demuestran que los humanos fueron creados genéticamente por una raza alienígena avanzada. Considerados como dioses, se cree que estos seres también modificaron el aspecto de nuestro planeta para hacerlo habitable. Junto a este gran descubrimiento, se encontraron también las coordenadas que permiten llegar al planeta de nuestros creadores. Así, científicos de la tierra emprenden un viaje a bordo de la nave espacial Prometeo, hacia los rincones más oscuros del universo. Ahí, deberán librar una aterradora batalla para salvar el futuro de la raza humana.




Comentario: ¿Es buen film Prometeo? Es muy difícil comentar sobre esta película de uno de los mejores directores de los últimos tiempos. Es más sencillo si se plantea lo bueno y lo malo del film.
Lo bueno: En primer lugar, brinda una explicación (por decirlo de alguna manera) sobre los hechos iniciales que disparan la historia de Alien, la película original de Scott de 1979. En realidad, se trata de información sobre aquellas cosas que habían quedado sin mayor resolución, como quién era el navegante gigante que habían encontrado en la nave, y acaso una explicación también sobre el origen de las criaturas negras y casi indestructibles. Aquella película original fue un proyecto al que Scott arribó cuando ya estaba en desarrollo, y apuntaba a ser una película casi de clase B, una más de alienígenas. Scott le brindó un contexto y una ambientación de primera línea, con la ayuda del arte de Hans Ruedi Giger, quien junto a Carlo Rambaldi diseñó y desarrolló la criatura y algunos escenarios de la película basándose en sus propias obras pictóricas anteriores, como "Necronom V". Por su trabajo a Giger le concedieron en 1980 el Oscar al mejor diseño de escenarios. Y en Prometeo, vuelve a colaborar con Scott en el diseño de los escenarios principales. Por otra parte, los efectos especiales están muy bien logrados, como era de esperarse. 


 

Las naves, los artefactos, todo aparece realizado con la mejor tecnología actual. Los diseños de interiores y la ambientación en general también están a la altura. Del mismo modo, la fotografía del film y su realización en general, es excelente.




Lo malo: Entre lo malo del film, quizás haya que remarcar que la explicación original es poco sólida, y se deja lugar a varias cosas sin responder, o con respuestas muy flojas. Luego del film, aparecieron numerosos comentarios y sátiras al respecto en diversos sitios de internet, en donde se enumeran las cosas que están no muy bien resueltas o menos desarrolladas de lo que se esperaba. Existe la posibilidad de que se realicen dos películas más continuando esta línea, quizás en ellas se respondan de mejor modo las cosas que no hayan quedado del todo aclaradas. Personalmente, en este punto, una de las cosas que no me resultó muy agradable se relaciona con uno de los ejes disparadores de la trama: arqueólogos del futuro (o algo así, porque al parecer son expertos en medicina, biología molecular, química, astronomía, etc.) descubren, en pinturas y otros restos culturales de las sociedades del pasado (egipcia, maya, etc.) evidencias de contactos con alienígenas. Es decir, se vuelve a la idea de que los avances del hombre no son producto de su capacidad, sino que se dieron con la ayuda de seres del espacio exterior. A mi parecer esta visión, apoyada por gran cantidad de pseudocientíficos, subestima la capacidad de nuestros antepasados y del hombre en general, y está entre las líneas argumentales más flojas de la película. Otro aspecto flojo es la elección de la protagonista principal: a Noomi Rapace le queda muy grande el papel, así como le sucedió con su rol en Sherlock Holmes: juego de sombras (2011, de Guy Ritchie). Estuvo muy bien en las adaptaciones originales de Milenium, pero luego no supieron darle oportunidades adecuadas para ella. Acá, su papel no es muy creíble. Aún así, el resto de los protagonistas están bien en sus interpretaciones. Por otra parte, el ritmo brindado a la historia no termina de enganchar al espectador sino hasta el final del film, donde se prometen algunas revelaciones importantes. Pero hasta ese momento, el desarrollo es un ir y venir de los personajes de su nave al reducto extraterrestre, una y otra vez. Aquel clima de saturación y terror de las tres primeras películas de la saga de Alien, aquí pierde fuerza en este ir y venir de escenarios.

De todas formas, la película no deja de entretener, y deben verla quienes hayan disfrutado de las tres primeras películas y quieran algunas respuestas sobre los orígenes de la criatura.

Opinión: BUENA




domingo, 1 de julio de 2012

A ROMA CON AMOR



TITULO ORIGINAL: To Rome with love
ORIGEN: España, Estados Unidos, Italia.
DIRECTOR: Woody Allen.
ACTORES: Woody Allen (Jerry), Judy Davis (Phyllis-la esposa de Jerry), Alison Pill (Hayley-la hija de Jerry y Phyllis), Alec Baldwin (John), Penélope Cruz (Anna), Roberto Benigni (Leopoldo), Flavio Parenti (Michelangelo-el novio de Hayley), Jesse Eisenberg (Jack), Greta Gerwig (Sally- la novia de Jack), Ellen Page (Monica- la amiga de Sally), Alessandro Tiberi (Antonio-esposo de Milly), Alessandra Mastronardi, (Milly-esposa de Antonio), Antonio Albanese (Luca Salta), Ornella Muti (Pia Fusari).
FOTOGRAFIA: Darius Khondji.
GUIÓN: Woody Allen.
GENERO: Comedia.
DURACION: 110 Minutos
CALIFICACION: Apta todo público
DISTRIBUIDORA: Diamond Films

Woody Allen y Judy Davis (Jerry y Phyllis)
SINOPSIS
 A ROMA CON AMOR es una comedia que transcurre en una de las ciudades más encantadoras del mundo, Roma. La película narra cuatro historias independientes: la de un renombrado arquitecto americano que está reviviendo su juventud; la de un típico romano de clase media que, de repente, se encuentra asimismo siendo la mayor celebridad de Roma; la de una pareja de provincianos involucrados en diferentes encuentros románticos; y la de un director de ópera americano que está tratando de llevar a un agente funerario al escenario.

COMENTARIO
Jerry y Phillis conocen a su consuegro
En “A Roma...”, Allen eligió narrar estas cuatro historias de manera bastante anárquica, mostrando de manera intercalada, las diferentes situaciones en que se ven envueltos los personajes. Sin dejar de lado viejas obsesiones como la crisis de pareja, la neurosis, los miedos, las ironías, su personaje,  Jerry, carga con un nuevo dilema: qué hacer al jubilarse. Esta es la primera historia que nos presenta el film. Jerry (Woody Allen), es un ex director de ópera que luego se vinculó a la industria discográfica hasta su retiro; junto con su esposa, Phyllis (Judy Davis), una psiquiatra irónica, viajan a Roma donde la hija de ambos, Hayley (Alison Pill), los espera para presentarles a Michelangelo, su novio romano.
Si bien la historia muestra algunas situaciones de la joven pareja, el centro está puesto en la obsesión de Jerry para con su consuegro (el padre de Michelangelo). Un cantante de ópera aficionado, que sólo puede cantar bien… en la ducha.
Esta fue, de lejos, la historia que más me gustó de las cuatro narradas en el film. Y Woody Allen, de lejos, el mejor  personaje. Su esposa Phyllis (Judy Davis) lo acompaña genialmente. Los intercambios verbales y reproches entre los dos, dejan entrever una vida compartida, con ciertos altibajos, y sinsabores.    

Michelangelo y Hayley en la Fontana di Trevi
Otra de las historias es la de Leopoldo (Roberto Benigni), un hombre de clase media, con familia, muy rutinario y bastante aburrido, al que de pronto y sin justificación aparente, todos consideran como la estrella mediática del momento. Sus cinco minutos de fama lo ponen frente a un desfile de mujeres que lo desean, un ejército de periodistas que lo asedian a sol y sombra en busca de alguna declaración, de cualquier declaración.
En un primer momento, las persecuciones que sufre Leopoldo, las preguntas que debe responder a la prensa (Qué toma en el desayuno? Qué tipo de ropa interior usa?) son graciosas, y hasta bizarras; pero al rato se vuelven repetitivas, y la historia se hace muy larga.  

Leopoldo huyendo de una horda de periodístas

Las dos historias restantes están centradas en un dilema: el adulterio.

El personaje interpretado por Alec Baldwin, John, es un consagrado arquitecto norteamericano  que estudió de joven en Roma y está de vuelta, pero de vacaciones. Recorriendo las callecitas de su antiguo barrio, se topa con Jack (Jesse Eisenberg). Un chico, también norteamericano y también estudiante de arquitectura. Jack está en pareja con Sally, pero se siente muy atraído por la mejor amiga de esta, Monica; una actriz desempleada y pseudo-intelectual que constantemente lo tienta con historias de sus ardientes relaciones pasadas y frases citadas de libros. Alec Baldwin aparece cada vez que Jack está a punto de ceder ante Monica.

Jack y Monica
Jack y Sally


Jack y John (Alec Baldwin)







Algunos críticos de cine interpretaron las apariciones de Baldwin como una especie de Conciencia que predice lo que le espera a Jack si le sigue el juego a Monica. Debo decir que entendí algo diferente: para mí Baldwin es el mismo Jack, años después, desandando los errores del pasado; y por eso tiene esa capacidad predictiva. Se está juzgando y aconsejando a sí mismo en el pasado. 


Antonio y Milly
La última historia es la de una joven pareja italiana, Antonio (Alessandro Tiberi) y Milly (Alessandra Mastronardi), que llega a Roma con la promesa de una mejor propuesta laboral para él. Esta es la historia en la que aparece Penélope Cruz como Anna, una prostituta vip que confunde a Antonio con un cliente, y de ahí en más muchos enredos.
En esta historia tiene una aparición breve Ornella Muti, como una actriz famosa de la televisión italiana que se encuentra rodando una película en las calles de Roma.


  
Penélope Cruz como Anna


A mi parecer, cada historia muestra Roma desde una óptica diferente. Aunque prima la óptica turística, de los grandes escenarios urbanos, los cameos de los monumentos históricos más famosos, como el coliseo, la plaza de España con su célebre escalinata, la fontana di Trevi, y demás. Pero también se muestran las pequeñas callecitas cuasi laberínticas, los mercaditos al aire libre, obviamente no se mete en la vida cotidiana de un romano, porque no es el tema de la película, pero todo lo que muestra es hermoso, y los planos se pueden apreciar muy bien.  

Más allá de lo que muchos críticos dijeron: “más de los mismo”, “la historia se repite”, “Allen va decayendo”, “no es igual que antes”, etcétera, etcétera; para mí Woody Allen sigue haciendo lo que mejor sabe hacer, hablar de la vida, con buenos actores, sin efectos especiales, de manera irónica y con momentos muy graciosos. No llega a ser Medianoche en París, pero tiene lo suyo.
Es al final, como dice el título, un tributo a Roma… con amor.



Fuentes consultadas. Clarín, Cines Argentinos, y la página oficial de la película.