Año: 2011
Director: Andrew Niccol
Reparto: Amanda Seyfried, Cillian Murphy, Vincent Kartheiser, Justin Timberlake
Guión: Andrew Niccol
Nacionalidad: Usa
Sinopsis: En un futuro donde el tiempo es literalmente dinero y la gente deja de envejecer a los 25 años, la única manera de mantenerse con vida es ganar, robar o heredar más tiempo. Will Salas vive minuto a minuto, hasta que la inesperada obtención de tiempo le da acceso al mundo de los ricos, donde se alía con una bella y joven heredera para destruir un sistema corrupto. Fuente: aullidos.com; clarin.com
Comentario: La película parte de una idea muy buena: en el futuro, el tiempo para las personas es de 25 años, y a partir de ese momento, se les brinda un año más, que podrán incrementar trabajando; y a su vez, gastar hasta morir. El tiempo es la moneda de cambio. Así, se ven distintos tipo de personajes y clases sociales. El pueblo que vive literalmente “al día” por un poco de tiempo y corriendo de aquí para allá, vándalos comunes que les roban tiempo a otros, y ricos, que viven eternamente. El mundo está organizado de modo tal que no todos puedan vivir para siempre, hay divisiones territoriales con franjas horarias donde los precios en tiempo son la variable de ajuste.
La película, en general, está buena. Tiene un comienzo que podría ser mucho mejor, podría estar mejor explicado el contexto inicial. Luego de una situación inicial, donde el protagonista recibe por un hecho casual una gran cantidad de tiempo de vida y comienza a transformarse en una especie de Robin Hood; la historia decae y se aplana. Es una verdadera lástima, porque la historia daba para enriquecer el film con alguna vuelta argumental interesante. Lamentablemente los guionistas, director y productores optaron por hacer algo fácil en ese sentido, convirtiendo la historia en una especie de Bonnie and Clyde del futuro, repartiendo tiempo robado entre los que no lo tienen. Para colmo hay situaciones muy mal resueltas, casi de forma naif.
Están muy bien Amanda Seyfried (preciosa), Cillian Murphy –como un policía guardián del tiempo- y Justin Timberlake. Está muy mal, muy poco creíble Vincent Kartheiser en su papel de poderoso personaje antagonista. Los planos, las escenas filmadas con fondos sórdidos y con una música de sintetizadores, recuerdan al espíritu de clásicos como Blade Runner, pero hasta ahí llegan las similitudes. Algunas escenas están muy bien logradas, como la de la jugada de póker en el casino y las persecuciones automovilísticas (los autos, clásicos, están bárbaros). Acaso lo peor del film sea la última toma, el final que se da, simple y, otra vez, naif.
En definitiva, una muy buena idea desaprovechada, que pudo ser un clásico y quedo en buena película y nada más
CALIFICACIÓN: BUENA.
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