sábado, 11 de junio de 2011

Más respeto que soy tu madre


Alguna información inicial:
Más respeto que soy tu madre”, basada en “Diario de una mujer gorda“, un blog escrito por el argentino Hernan Casciari en 2003/2004. El blog llegó a ganar en su momento (en el año 2005) el premio en Alemania al “Mejor blog del mundo”, y 4 años más tarde, pasó a ser una obra teatral actuada y dirigida por Antonio Gasalla.
Ficha técnico artística
Autoría: Hernán Casciari
Actúan: Alberto Anchart, Antonio Gasalla, Enrique Liporace, Mariana Melinc, Nazareno Mottola, Esteban Perez
Escenografía: Jorge Ferrari
Diseño de luces: Roberto Traferri
Prensa: Alejandro Veroutis
Producción: Ignacio Laviaguerre
Dirección: Antonio Gasalla
Les comento mi experiencia con esta obra. Y antes que nada quiero aclarar: admiro a Gasalla, lo considero un genio del humor, con una capacidad y un talento increíble.
Fuimos a verla en grupo, con ganas de divertirnos y de ver algo bueno de parte de un gran actor. La última vez que lo había ido a ver, al Maipo, me había decepcionado muchísimo. Era un espectáculo donde hacía unos minutos de cada uno de sus personajes, cambiándose detrás de un biombo en el medio del escenario. La verdad es que resultó todo muy pobre y muy flojo, tanto la puesta como su desarrollo.
El tiempo pasó y bueno, tenía ganas de verlo en su nueva obra tan publicitada, y de tanto éxito. El teatro estaba lleno. Y se apagaron las luces…
Al finalizar la obra, la gente se paraba, aplaudía y gritaba de emoción. Evidentemente, por la efusividad que ponían, era para muchos la mejor obra de teatro que habían visto en sus vidas.
La verdad es que me pareció malo. En realidad, una basura. Fueron dos horas de humor bajo (por poco inteligente), burdísimo, de mal gusto. Donde supuestamente se estaba contando las idas y vueltas de esta familia con humor, se veía un desfile de muestras de falta de recursos humorísticos y chiste fácil, para quienes disfrutan de la base “mierda/puto/puta/pedo/pija/porro”. Y no mucho más. Alguien podrá decir que no entiendo “el humor grotesco”, el cinismo o lo pícaro de la obra. Pues he visto y disfruto del humor grotesco, pícaro y cínico. Esto me pareció otra cosa. Me pareció de bajo nivel, pobre.
Lo peor de todo esto es que, como dije antes y a pesar de mis palabras aquí, admiro a Gasalla. ¡Y espero algo mucho mejor de él!
Si me guiara por las críticas (La Nación y Clarín la trataron como si fuera una obra excepcional) y la recaudación (siempre se cuelga el cartelito “no hay mas localidades”) evidentemente o no sé nada de teatro y tendrían que ir corriendo a verla... O quizás pueda pasar otra cosa.
Me parece perfecto que exista este tipo de obras. Quizás había mucha gente necesitada de un espectáculo de estas características, y el productor se dio cuenta del negocio. Al que le guste algo así, que vaya. Al que espere ver un espectáculo gracioso, inteligente, y donde se valore al espectador que paga una entrada, le recomiendo sinceramente que vea otra obra.

1 comentario:

  1. Secundo el comentario anterior en todo lo dicho, a lo que sumo que noté una estructura narrativa repetitiva, tediosa y circular. El grotesco es un género teatral al que la pieza en análisis, lamentablemente, no alcanza.

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