jueves, 23 de julio de 2015

TRIBUS




Obra: Tribus
Teatro: Sala Pablo Picasso, Paseo La Plaza
Director: Claudio Tolcachir.
Elenco: Patricio Contreras, Gerardo Otero, Viki Almeida, Maruja Bustamante, Lautaro Delgado y Miriam Odorico.

Uno de los temas que la dramaturgia moderna suele abordar es la falta de comunicación, la ironía de no conectarnos en un mundo plagado de medios que supuestamente facilitan, de un modo casi obsesivo, la interacción. Miramos, no vemos; oímos, no escuchamos. Este es uno de los temas sobre los que trata la obra "Tribus", que estos días se presenta en el Paseo La Plaza.

El título de la pieza, el lema de la misma -"quién dice quién es normal"- y algunos párrafos del texto, hacen hincapié en la importancia de ser parte de un grupo de pertenencia, de la necesidad de ser contenido por éste.  Las situaciones que se presentan ponen el foco en los condicionamientos generados por la educación que recibimos, la que nos marca de por vida en muchos aspectos.

Nina Raine nos habla de muchas cosas en esta historia, protagonizada por una familia inmersa en el mundo de la intelectualidad, donde todos sus integrantes tratan de destacarse, de demostrar su valía, que son lo suficientemente especiales como para formar parte del grupo, de la "tribu". El jefe de esta tribu patriarcal es el padre de familia, un académico retirado (Patricio Contreras) que enarbola la bandera de la honestidad brutal en su relación con su esposa e hijos, sin importar el daño que ésta pueda generar. El "grupo", "comunidad" o "tribu" esta compuesto asimismo por la esposa del jefe, quien a su mediana edad busca comenzar una carrera como escritora de novelas policiales, pese a la desalentadora devolución de su marido; una joven de baja autoestima que quiere ser cantante lírica aunque sabe que no tiene condiciones para ello, en constante pelea fraternal con un hermano que, siguiendo el ejemplo del jefe-padre, quiere entrar en el mundo académico al tiempo que lucha con voces internas que lo acechan esporádicamente; y el hermano menor, sordo de nacimiento pero quien, nuevamente la ironía, es el único que escucha.

Guille, quizá  por el esfuerzo constante que le significa leer los labios de su familia, es el único que los ve, los percibe, que ve que no se perciben entre sí. Todos hablan, todos expresan sus opiniones de modo descarnado, pero nadie recibe los mensajes. Los hijos ruegan la atención y la aceptación del padre, que en esa necesidad encuentra su fuente de poder. La madre actúa como el ancla de la estabilidad y el consenso, pero ansía al mismo tiempo un cambio, siente que es "su momento". Guille, si bien sordo, escucha y observa que no lo escuchan ni observan.

En medio de la rutina disfuncional irrumpe Cinthia, una muchacha que le enseña a Guille el lenguaje de señas, aquello a lo que de modo terminante se opuso siempre el jefe de la tribu, ya que quería que su hijo fuera criado como una persona "normal". Y esto es motivo de preocupación en la familia; uno de los integrantes de la tribu esta siendo captado por otra. La llegada de Cinthia es el eje de ebullición de conflictos latentes, y el comienzo de la trama que propone la obra de Raine.

Claudio Tolcachir, junto a Daulte y Veronese, es uno de los directores teatrales mas interesantes y emblemáticos de nuestra escena, no sólo por lo prolífico de su trabajo, sino por lo que propone en cada puesta que tiene a su cargo. En el caso, opta por exigir a los actores un registro ágil y sin pausa a la hora de desplazarse y pronunciar los textos. El ritmo no decae, y ni bien nos adentramos en instantes en los que el silencio acentúa la carga dramática, irrumpe el comentario irónico o soez de alguno de los integrantes del grupo familiar, quebrando adrede la tensión.

En una crítica de esta misma obra publicada recientemente en un diario de gran circulación, la comentarista se queja del abuso de la "mala palabra" como recurso para encontrar la risa cómplice del público. Si bien esto es cierto en recientes puestas que uno pudo ver en la cartelera porteña, en el caso de "Tribus" este recurso pareciera ser funcional al ritmo que propone el director y a la interacción de los personajes en cuestión. El elenco es homogéneo, profesional, nadie desentona ni se destaca mas que los otros. Los actores dan vida a sus personajes con movimientos, expresiones, y gestos propios de cada uno de ellos, lo que muestra estudio y trabajo de composición.  Cada pieza de la puesta, escenografía, iluminación, actores, se ensambla de modo armónico para contar esta historia que nos enseña que la soberbia bohemia puede ser mucho mas dañina que la burguesa. Como yapa, Cinthia (Viki Almeida) y Guille (Gerardo Otero) expresan con maestría la belleza del lenguaje de señas, traducido para el público que lo desconoce mediante un efecto visual. Segunda yapa, "Move over" y  "Cry Baby", de Janis Joplin, "temasos" para llenar los entreactos.

"Tribus" propone muchos temas para el análisis, y quizá esa es su desventaja. Cuando la temática de la dramaturgia es muy amplia, se corre el riesgo de que no poder, ni autor ni director, cerrar todos los ejes de conflicto abiertos. Algunas situaciones pueden quedar no resueltas. Las relaciones familiares siempre son complejas, pero si se decide abordar la ambigüedad filial al límite de lo incestuoso, o bien mostrar a hijos que sufren de modo patológico la falta de cariño del padre, quizá el público pueda esperar un tratamiento de mayor profundidad, que la historia "cierre". Pero si la opinión muere en el premio, cabe destacar que esta obra recibió grandes galardones en Londres y New York, entre ellos el Drama Desk  y el Theatre Circle Critics en el 2012.

Betty (Miriam Odorico), en su rol de madre y esposa de esta tribu, afirma en un momento que "siempre es bueno pertenecer a una comunidad, uno la pasa mejor". Tolcachir, por su parte, que "Tribus" discute la idea de comunidad, esa que protege y a la vez encierra. En tiempos en los que tanto se habla de libertades individuales,  muchas veces sin miedo a la hipocresía, se nos presenta una buena ocasión para disfrutar de teatro puro, una de las expresiones mas ricas del arte en lo que hace a la realidad social. Es solo cuestión de tomarnos el tiempo.







1 comentario:

  1. Hola. Mi nombre es Horacio Togneri. Soy profesor de Sociolinguística en prof. de sordos. Necesito la obra "Tribus" ya sea en papel, digital o video, para usarla en mis clases. Te pido ayuda
    horaciofono@gmail.com
    Gracias.

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